La casa de los conejos

Crítica de Ignacio Dunand - El Destape

La última dictadura desde los ojos de una niña

Valeria Selinger adapta de manera eficiente la elogiada novela de Laura Alcoba con un reparto de grandes nombres, entre los que destacan Darío Grandinetti, Miguel Ángel Solá y Silvina Bosco.

La casa de los conejos -brillante novela de Laura Alcoba- cuenta la historia de Laura, una niña que a sus ocho años debe aprender a vivir en la clandestinidad unos meses antes del golpe de Estado de 1976 y durante los primeros años de la dictadura cívico militar hasta su exilio en Francia, dos años más tarde. Un relato emocionalmente duro que el lenguaje cinematográfico y la mano de la cineasta Valeria Selinger traduce de forma correcta.

Con su padre detenido, la pequeña debe huir junto a su madre buscada por las fuerzas represivas, acostumbrarse a usar nombres falsos y a cambiar de residencias hasta que ambas se instalan en la "casa de los conejos", en La Plata, donde viven Diana -embarazada de tres meses- y su marido Cacho. Al no poder asistir a la escuela, la chica pasa los días en esa casa donde funcionaba una imprenta clandestina de Evita Montonera. La Diana con la que convive es Diana Teruggi, quien por entonces estaba embarazada de Clara Anahí, la nieta desaparecida de “Chicha” Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo (fallecida en 2018).

En La casa de los conejos la mirada de la niña protagonista se construye a través de los pequeños detalles. A rasgos generales, hay un trabajo cumplido. Sí es cierto que con un poco más de profundidad y dinamismo en el tratamiento de la historia, los resultados serían mucho más convincentes. Por momentos, no se siente la conexión entre la cinta y la novela que llevó al reconocimiento masivo a Alcoba.