La casa de los conejos

Crítica de Francisco Mendes Moas - Cine Argentino Hoy

“La casa de los conejos” de Valeria Selinger. Crítica. Inocencia militante.
Ganadora del premio a la mejor película en FICCSUR, Queens World Film Festival, FECIP.
Francisco Mendes Moas Hace 22 horas 0 13
El jueves 21 de octubre, llega a las salas de cine la película “La casa de los conejos” de Valeria Selinger. Basada en la novela de Laura Alcoba, ”Manèges, petite histoire Argentine”, la cual además se basa en las vivencias de la autora, retrata las vivencias de una joven niña durante la última dictadura cívico-militar. Además de haber tenido un exitoso paso por festivales, siendo multipremiada, cuenta con las participaciones especiales de Darío Grandinetti y Miguel Angel Solá.

A muy corta edad Laura aprendió a guardar secretos, no decir su verdadero apellido o donde vive, ni siquiera a sus abuelos. Sabe que cualquiera de estos datos pone en peligro la vida de su madre, una militante montonera perseguida por los militares. Escondiéndose en una casa de La Plata, junto a sus compañeros, monta una imprenta clandestina donde imprimen fascículos de “Evita Montonera”.

Componer a partir del punto de vista de un niño que vive en carne propia las persecución por parte de las fuerzas armadas no es algo nuevo. Benjamín Ávila lo hace en “Infancia clandestina” por nombrar un ejemplo. Empero el enfoque en este caso es diferente. Laura no vive la militancia de su madre como algo ajeno, forma parte de ella, la hace carne. Ver limpiar armas durante la merienda o tener que esconder libros y objetos detrás de un embute son su cotidianidad.

Para ella este hombre no solo representa una enciclopedia de conocimiento, sino que es la encarnación de la militancia, alguien capaz de darlo todo por la causa. Tal vez por este motivo no llegue a comprender los arranque de ira del mismo en momentos donde ella pone en riesgo el secreto de la organización. Una ira con fuertes raíces en el miedo, el pensamiento constante de que el más mínimo detalle desapercibido puede significar el fin. Una sensación que nunca abandona la casa ni a sus integrantes.

En primer lugar, la nobleza obliga a decir que las interpretaciones de Laura son correctas y nos invita a transitar el mundo a través de sus ojos. En segundo lugar, e hilando fino, el physique du rol no pareciera ser el ideal, denotando algunos años más de los que pretende insinuar. El resto de los integrantes del elenco no se quedan atrás, transmitiendo lo complicado que era vivir en esa época siendo militante. Aquí desbordan las miradas, llenas de miedo a ser capturados, pero convencidas de la causa.

La película de Valeria Selinger, “La casa de los conejos” no es otra película más sobre la dictadura. Si bien algunos recursos técnicos están bien intencionados, como la desprolijidad de la cámara en algunos planos, pueden llegar a pecar de excesivos. Consigue retratar dicho momento de una manera especial, una mezcla agridulce entre inocencia y crudeza, en la cual el espectador ingresa con facilidad.