La carrera de Brittany

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Esta creación de Paul Downs Colaizzo, responsable del guion y la dirección de su opera prima apunta directo al corazón con buenas armas. Una historia de superación personal, de tomar el timón de una vida y darle el curso soñado, sin dejarse llevar por las muchas tentaciones, tiene los ingredientes para lograr una rápida empatía con el público. Chica obesa, que se desprecia a sí misma, que con calidez y humor funciona socialmente de manera precaria,  decide cambiar cuerpo y se inscribe en la famosa maratón de Nueva York, llevada aquí a la categoría de leyenda, como suelen hacer los americanos. El tema es que la primera parte de la película muestra a un personaje irónico, de mirada crítica a la sociedad en que le toca vivir. Una trasgresora que se auto engaña pero que no equivoca cuando juzga lo que ocurre a su alrededor. Luego  el film pierde encanto cuando se pone formal, más dramático y  apunta a la lágrima. Lo mejor es su protagonista, la brillante  comediante Jillian Bell, que con un gran trabajo de maquillaje y aditamentos corporales logra mostrar una obesidad muy convincente y su transformación literalmente ante nuestros ojos. Pero las cualidades de Bell no se limitan a su gran cambio corporal, tiene encanto, buenos recursos y varias capas de comprensión de su personaje. Por mérito de ella se disimulan algunos defectos y el resultado no carece de ternura y emoción.