La cantante de tango

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

Un drama difícil de entender

En su tercer largometraje, Diego Martínez Vignatti procura indagar en los meandros más íntimos de una mujer profundamente enamorada de un hombre que ya no desea continuar con esa relación. Helena es una talentosa cantante de tangos que, obsesionada y torturada por esa pérdida, se va convirtiendo en una mujer sombría que buscará su destino en algún otro país.

La trama sigue los caminos que eligió Helena para sobrevivir a esa conflictiva situación y, entre algunos tangos que canta y otros que escucha, tratará de recomponer su existencia. El realizador, sin duda subyugado por algunos films de la cinematografía europea más intelectualizada, no logró del todo conseguir la emotividad pedida por el relato que, a veces, se convierte en un drama difícil de entender. Por momentos melancólica y otras veces demasiado inmersa en un puzzle que cuesta armar, La cantante de tango no sobresale, tampoco, por la actuación ni por los méritos de vocalista de Eugenia Ramírez Miori.