La campana

Crítica de Diego Lerer - Clarín

Un misterio en lo profundo del mar

Durante Malvinas, un marinero se interna en el océano y no vuelve.

Extraño es este debut en la dirección del marplatense Fredy Torres, que escribió un episodio de Historias breves 2, Líneas de teléfonos , con algunos puntos de contacto con esta historia, allá por 1996. Como aquel filme, que jugaba con dos personajes que se conectaban telefónicamente en una misma casa pero separados en el tiempo, La campana juega con esa idea, pero de una manera algo más lateral.

Durante buena parte de su relato, es una historia que transcurre en el puerto de Mar del Plata en el final de la dictadura, arrancando antes del comienzo de la Guerra de Malvinas y extendiéndose hacia sus inicios. El filme se centrará en la relación de uno de los pescadores, Juan (Jorge Nolasco) con una chica más joven, Laura (Rocío Pavón), que está enamorada de él y quiere unirse al grupo de duros pescadores, quienes no la aceptan. El también prefiere la compañía de una prostituta (María Fernanda Callejón), que no mira con buenos ojos a Laurita.

Y mientras la guerra comienza y algunos deben partir al combate, un viejo marinero (Lito Cruz) cuenta la historia de “la campana”, un mítico lugar en el que los hombres de mar se pierden y donde el tiempo pasa mucho más rápido de lo normal. Y cuando algo fuerte suceda con Laura, Juan se internará en el mar y se perderá en ese vortex espacio/temporal. Pero, como eso sucede bastante cerca del final del filme, adelantar qué pasa luego de eso sería arruinar buena parte del desenlace de la historia.

En realidad, tampoco sería demasiado problemático, porque no hay demasiados hilos narrativos de los que agarrarse, más allá de este triángulo amoroso que sucede durante Malvinas por motivos no del todo claros. Algunas buenas actuaciones y ciertos momentos de lirismo visual en el puerto no logran darle vida a una propuesta que parece haberse quedado en el medio entre una buena idea y una película con poca vida.