La cacería

Crítica de Jonathan Plaza - Función Agotada

Algo muy grave va a suceder en este pueblo

Thomas Vinterberg fue uno de los fundadores de DOGMA 95 que podría resumirse como un conjunto de directores que, como tenían ganas de autolimitarse y hacerse los distintos, escribió un montón de leyes sobre como tenía que ser un film para captar el realismo de forma casi mística, acto seguido hacer películas bajo esas normas y acto seguido escribir manuscritos explicando porque habían violado sus propias leyes. Esa idea no prosperó pero dejó algunos films muy interesantes (incluido uno argentino) y directores que siguieron su labor desprendidos de esa carga. El film fundador del movimiento fue La Celebración de Viterberg y a pesar de que entre aquella y La Cacería hay una distancia temporal y estilística importante tienen mucho en común.

El film desde el comienzo no intenta plantear ningún tipo de duda sobre la inocencia del protagonista y esa sabia decisión va a mantenernos en vilo durante todo el film. La razón es en realidad simple, como apuntaba Hitchcock el suspenso depende más de lo que sabe el espectador que de lo que desea saber. La narración va a mantenernos suspendidos entonces en la lógica maldita del film, la casualidad. Este factor (casi siempre mal utilizado) lo tiñe de un profundo pesimismo no sólo respecto a la sociedad actual sino hacia la naturaleza misma del hombre. El hombre que no cree en las casualidades es por definición una persona de pensamiento positivo. No es el caso de Vinterberg. Es por conocer la verdad que miramos con desconfianza cada nuevo factor que creemos puede implicar más al protagonista, la claridad de expresión del director y la estructura mecánica del guión aprovechan estos recursos y los explotan al máximo a pesar de trabajar con un argumento tan delicado que no permite errores. Habiendo cumplido estas reglas lo que necesitaba el film para terminar de ser efectivo era una buena actuación. El protagónico de Mads Mikkelsen parece ser la mejor de las decisiones ya que realiza un trabajo excelente. Brinda la actuación sutil y contenida que el film necesita para dar en el tono y generar contraste al mismo tiempo ya que el film es directo y crudo pero maneja en su iluminación, ambientación y cámara una frialdad que parece estar todo el tiempo a punto de estallar.

Vinterberg vuelve como en La Celebración sobre el fantasma del abuso, pero también vuelve sobre el patriarcado y sobre la hombría como construcción simbólica y ritualística. El film abre y cierra con un ritual de afirmación de la hombría, la lucha por mantener este valor va a llevar a que entre un momento y el otro nada vuelva a ser igual. Lo que hace hombre al hombre es la protección y esta, sea o no cierta la acusación, fue vulnerada.

En Algo muy Grave va a Suceder en este Pueblo de Gabriel García Márquez el motor de la falsa verdad era la superstición, en este film es la necesidad de validar un lugar social en peligro de extinción.