La cabaña del terror

Crítica de Regina Fallangi - Cine & Medios

Alguien nos esta mirando...

En el comienzo nada parece ser diferente a cualquier otra película de terror adolescente; cinco amigos que se preparan para pasar un fin de semana en un cabaña alejada, en el medio del bosque. Los cinco lindos, jóvenes y con su música de fondo.
Pero al mismo tiempo en que vemos a los chicos prepararse para su fin de semana, también se nos muestra una especie de laboratorio de alta tecnología, donde dos científicos, junto a un montón de empleados más, parecen estar preparando el evento más importante del año.
Desde las pantallas del laboratorio pueden ver todo lo que hacen los protagonistas, y no solo eso, también cuentan con todos los adelantos técnicos para ir manipulando su estadía, y llevarlos hacia lo que les tienen preparado.
Por supuesto el terror comienza, y no se escatima en escenas sangrientas, pero tampoco en humor, y enormes dosis de ironía, que en general apuntan a guiños sobre el género, tanto que por momentos la película parece llenarse de homenajes a varios filmes de terror.
Todos estos señores de guardapolvo blanco que trabajan de forma tan ordenada y eficiente, responden a alguien más, que está por encuima de ellos, y que por alguna razón necesita de toda esta puesta en escena para hacer sufrir a los protagonistas.
Mientras los chicos la pasan realmente mal, quienes los observan alternan momentos de tensión, tratando de que todo salga según lo planeado, y momentos de relax, como una especie de casual friday en una oficina de Puerto Madero; toman una cerveza, tratan de levantarse a alguna compañera de trabajo, y sobre todo hacen referencias a quien está detrás de todo esto.
La dupla de quienes están a cargo del operativo es fabulosa, son quienes aportan la mayor cantidad de sarcasmo e ironía que tiene el filme, y sobre todo ese morbo, del que de alguna manera todos somos parte cuando nos sentamos en un cine a ver como sufren los demás.
Los planos están divididos, entre la cabaña y ese extraño centro desde donde monitorean todo, como una especie "The Truman Show" del espanto. Pero en algún momento estos dos mundos se cruzan, y empezamos a entender de qué se trata, ahí es cuando se pone todavía mejor. No se puede contar nada mas.
Es una película de terror, con todo lo clásico de una horror teen movie, pero con una vuelta de guión más que interesante, en la que podemos ver la mano de Joss Wheddon, que aún antes de "The Avengers" supo encontrarle un giro interesante a esta mezcla de adolescentes, horror, humor e ironía, en aquellos años 90, cuando hacia "Buffy, la Caza Vampiros".
Las actuaciones son buenas en general, se destacándose Richard Jenkins (Sitterson) y Bradley Whitford (Hadley), los dos personajes a cargo de la complicada operación, quienes con aspecto de visitadores médicos, manejan eficientemente una masacre.
Técnicamente es impecable, en sonido y en fotografía, y sobre todo en efectos especiales. La historia tiene de todo: monstruos, zombies, y toda clase de bichos para elegir, como una especie de museo de las películas de terror.
Un guión original, que no fue sobre la formula típica del los filmes de terror sino que al miedo le dio una vuelta extra, le agrego paranoia y morbo, entre otras cosas, y si bien tiene muchos de los lugares comunes del género, están mostrados de otra manera, como un espejo en el que vemos de que nos reímos cuando otros la pasan mal.