La cabaña del terror

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

Cuando juntamos a gente como Joss Whedon - Serenity, Buffy, la Cazadora de Vampiros, Los Vengadores - y Drew Goddard - Cloverfield -, el resultado final tiene que ser descomunal o algo bien enfermito, pero nunca standard. Gracias a Dios las predicciones se confirman y lo que han parido este duo de cerebros sicotrçonicos ha sido un bolazo tan disparatado que resulta genial. Ok, la película tiene su cuota de fallas y no se sostiene demasiado cuando uno la revisa en perspectiva pero - mientras uno la ve - termina siendo una deliciosa caja de sorpresas.

Durante los primeros minutos de la cinta, La Cabaña en el Bosque pareciera que fuera otro clon más del clásico de Sam Raimi Evil Dead. Otra vez un grupo de muchachos calenturrientos que van a una cabaña en el bosque en el medio de la nada, se topan con un manuscrito prohibido y realizan una invocación mágica que revive a un puñado de zombies que comienzan a atacarlos. Sin embargo todas las previsiones terminan por irse al diablo cuando vemos que todo esto es supervisado por un grupo de tipos que operan desde una cabina de control de alta tecnología. Los quías tienen cámaras y controles remotos para accionar toda clase de dispositivos ocultos en la casa, los que van desde trabas para las puertas hasta picos camuflados que lanzan gas y/u hormonas para modificar la conducta de los protagonistas. Incluso en un momento uno piensa que todo esto no es mas que algún tipo de experimento secreto del gobierno y que, incluso, los zombies no son reales... hasta que uno de ellos le arranca la cabeza de cuajo a uno de los chicos y la lanza directo a la cámara.

El libreto se da maña para disparar algún delirio cada cinco minutos y tirar por tierra todas nuestras suposiciones. Por ejemplo, descubrimos que la invocación de zombies es una de las tantas trampas que los tipos de la cabina de control tenían preparadas para que las victimas pudieran elegir: otras opciones posibles eran hombres lobos (!), cenobitas (!!), vampiros gigantes (!!!), alienígenas (!!!!), y un largo etcétera. Como puede verse, Goddard y Whedon decidieron flipar alto y tiraron al ruedo todo tipo de referencias a clásicas del cine de terror, que van desde It, El Payaso Asesino, Alien, El Hombre Lobo, Hellraiser, hasta La Noche de los Muertos Vivientes y un larguísimo etcétera. Al meter semejante cantidad de opciones, el filme entra en terrenos surrealistas. ¿Cómo es posible que esta gente tenga semejante cantidad de monstruos a mano, y que los mismos sean reales?.

Por supuesto al final de todo esto hay una explicación - tan terriblemente traída de los pelos que los mismos protagonistas se ríen de ella -, pero eso es lo que menos importa. Como sea, La Cabaña en el Bosque es un compendio de momentos WTF, en donde parece que va a ocurrir una cosa y de pronto pasa otra... totalmente descolgada de lo que uno podía esperar. Ciertamente La Cabaña en el Bosque no es muy buena a la hora de los sustos - en ese sentido la dirección de Goddard es muy genérica - pero, por lo demás, es una muy buena comedia de terror. Sólo con humor uno puede digerir la enorme cantidad de disparates que lanza el libreto, y que no parecen terminar nunca. Si dijimos al principio que La Cabaña en el Bosque amenazaba con ser un clon de Evil Dead, despues se transforma en Evil Dead II - un filme de terror que en absoluto se toma en serio a sí mismo -, mezclado con gotas de Scream. No solo parodia al género y desafía sus expectativas, sino que desconstruye los clisés de este tipo de filmes - el micro rubro de cabañitas malditas perdidas en los bosques - y los torpedea a base de delirio. El final es acorde al nivel de disparate que ha ido acumulando la historia a lo largo de toda la película.

Si quieren ver una buena comedia de terror, vean La Cabaña en el Bosque. Si quieren ver algo realmente fresco y diferente, vean La Cabaña en el Bosque. Como siempre, Whedon y su amigote Goddard demuestran que saben del género y lo pueden manejar como quieren... y pueden manufacturar algo tan único que sencillamente es recomendable por su rareza.