La bóveda

Crítica de Martín Goniondzki - Cuatro Bastardos

La Bóveda: Botín Fantasma.
Llega un film indie bastante peculiar que busca mezclar un atraco a un banco con el cine de terror sobrenatural. ¿El resultado? Acá te lo contamos.
La Bóveda o The Vault es un film Clase B que busca mezclar el thriller con el terror sobrenatural. No es la primera vez que se busca yuxtaponer dos géneros tan disimiles, la cuestión es que en esta oportunidad se hace de una forma ineficaz y poco amalgamada. Generalmente, los films de horror tienen como objetivo sacar a relucir los miedos más intrínsecos del ser humano ya sea tanto del espectador como de los propios personajes que protagonizan la historia. Los monstruos o entidades paranormales sirven a modo de representación de los propios miedos, miserias y demás yerbas del hombre encarnados en una sola forma. El problema del largometraje en cuestión radica principalmente en que los fantasmas o antagonistas sobrenaturales tienen poco sustento. Tienen tan poco peso que la película gasta un tercio del relato (aproximadamente 30 de los 90 minutos) en presentar el robo y los personajes, pero en ningún momento se hace mención a los antagonistas fantasmagóricos más que en la secuencia de títulos y en unos breves flashbacks surrealistas.
El film cuenta la historia de dos hermanas que se ven obligadas a robar un banco para salvar a su hermano, pero lo que parecía un atraco habitual se convierte en una auténtica pesadilla. La situación gira 360 grados cuando el gerente del banco (James Franco), lleva a los ladrones a la cámara acorazada del banco que se encuentra en el sótano, pero ese lugar esconde algo que ni las cámaras de seguridad pueden ver.
El director Dan Bush (The Signal) nos ofrece una premisa con potencial pero llevada a cabo de una manera atropellada, poco inspirada y con varios clichés a nivel narrativo. Una empleada del banco se pone a contarle el evento pasado en el que desemboca la actividad paranormal en un ejercicio de sobreexposición de información bastante poco sutil. Previamente, otro empleado del banco había hecho algo parecido con el personaje de Francesca Eastwood (Fargo, Heroes Reborn) que se había hecho pasar por candidata a un trabajo en el establecimiento bancario previo al atraco que iniciaría con sus hermanos. James Franco (The Disaster Artist) y Taryn Manning (Orange is the new black, Hawai 5.0) completan el grupo de personajes secundarios que también resultan ser poco atractivos. Franco fue vendido como protagonista cuando apenas cuenta con una participación relegada que solo cobra importancia en el transcurso final del relato.
En síntesis, La Bóveda desperdicia su potencial atractivo para volverse un ejercicio mediocre a nivel narrativo, repleto de baches argumentales y de situaciones azarosas que desembocan en momentos predecibles y poco inspirados. La mixtura de géneros resulta ser poco armónica y pareció haber sido preparada de manera forzada. Es así que la cinta termina fallando tanto en el ámbito del terror como en el thriller criminal. En último lugar la vuelta de tuerca del final esta impuesta a los golpes con una explicación toscamente preparada que podría haber sido justificada de mejor manera.