La bicicleta verde

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Tiempo de cambios

Wadjda es una chica rebelde criada en uno de los espacios más complejos para la aventura humana; o sea, un hogar estrictamente devoto del Islam. La pregunta surge inmediatamente: ¿se tolera la rebeldía en tal contexto? La bicicleta verde muestra que en lugares cercanos al capitalismo trasnacional, como es el caso de Arabia Saudita, el respeto a rajatablas del mandamiento religioso está cambiando y a ritmo acelerado. Allende este mensaje, dicho con estilo, cuidado y sensibilidad, lo más preciado del film es el hallazgo de Waad Mohammed, la protagonista, una chica pre púber que conoce el manual de las expresiones pícaras y lo usa con gran precisión. Las tareas de rebeldía que acomete Wadjda (muchas, con la finalidad de ahorrar dinero para comprarse una bicicleta) son diversas: desde vender chucherías en su colegio religioso hasta ser celestina de encuentros adúlteros, sin decir jamás la culpa es mía. Un dato extra: La bicicleta verde es la primera película enteramente filmada en Arabia Saudita. La directora, Haifaa Al-Mansour, envuelve al film en una prodigiosa sensibilidad femenina. Y desde luego, lo hace sin pudor.