La bella y la bestia

Crítica de Leonardo González - Río Negro

"La bella y la bestia": un cuento infantil, que no podrán ver los niños

Hace unos pocos días se conoció que Disney lanzará la película con actores reales de Winnie the Pooh y también de Dumbo, que se suman a otros clásicos que ya se hicieron como "Alicia en el País de las Maravillas", "Maléfica" y "La Cenicienta".

También tiene en carpeta "La Bella y la bestia", con Emma Watson en el papel de Bella y Dan Stevens como la Bestia. Este film vería la luz recién en 2017, pero antes nos llega esta versión francesa de este clásico titulada, obviamente, "La Bella y la Bestia".

Vale recordar que, como casi la mayoría de los cuentos de hadas tradicionales, es bastante complicado conocer su origen.

Existen muchas versiones y diferentes autores a los cuales se les atribuye su autoría. Lo cierto es que la primera versión publicada fue la de la escritora francesa Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, en 1740, aunque la más conocida es la revisión -muy abreviada- de la obra original de Villeneuve, publicada en 1756 por Jeanne-Marie Leprince de Beaumont.

Tras el naufragio de su barco, un comerciante (André Dussollier) queda en la quiebra y se ve obligado a mudarse de la ciudad al campo junto a sus seis hijos. Entre ellos se encuentra Bella (Léa Seydoux), la más joven de sus hijas, alegre y llena de bondad. Pero los problemas del comerciante aumentan cuando descubre un mágico reino y se roba una rosa para ella. Bestia (Vincent Cassel) es el que reina sobre el lugar y lo condena a muerte, pero le da tiempo para despedirse de su familia. Cuando Bella se entera que por su culpa su padre enfrenta ese destino, decide sacrificarse e ir ella en su lugar. Allí no encontrará la muerte, sino una extraña nueva vida en donde de a poco, todas las noches mientras cena, comenzará a conocer al extraño y aterrador dueño del castillo y comenzará una historia de amor.

Esta película, estrenada en Francia el 12 de febrero de 2014, se convirtió en un éxito de taquilla y hasta recibió tres nominaciones en los Premios César.

Tiene varios puntos a favor, como ser el elenco: el gran André Dussollier con su inagotable cuota de talento actoral; Eduardo Noriega, que personifica al villano Perducas; el siempre magnético Vincent Cassel (sí, hay escenas en las que no aparece todo peludo y con dientes filosos); y la ascendente Léa Seydoux, ya convertida en una chica Bond en el próximo film del espía inglés titulado "Spectre".

Otro punto positivo es el trabajo de Christophe Gans, visualmente perfecto. Hizo films como "Pacto de Lobos" o "Terror en Silent Hill" en donde ya demostraba su enorme capacidad para meternos en mundos de fantasía.

Aplausos también para el vestuario y decorados, que tiene mucho trabajo encima.

El problema que tiene el filme es que nunca llegamos a creernos la conexión emocional entre los dos protagonistas, y eso es crucial en la historia. El desenlace es inimaginable en la progresión de la historia que Gans elige contarnos. Y tal vez también el personaje de Noriega, que toma protagonismo al final como para darle algo de tensión al largometraje. Detalles que, tranquilamente, pueden molestar mucho o dejarse pasar… Según el gusto del consumidor.

Un cuento de hadas para chicos que ni siquiera van a poder ver por la calificación que ostenta (tiene un par de cosas violentas que la justifican). No se preocupen, pueden recurrir a su niño interior e ir a verla, ¿no?