Kung Fu Panda 3

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Un panda que sigue con problemas de identidad

Se cierra la trilogía del panda Po, ese gordito inocente que tiene un padre ganso, un maestro conejo, mira todo con asombro y parece irremediablemente torpe, hasta que de pronto cambia la mirada y manda un zarpazo. Lo hemos visto aprender artes marciales, convertirse en héroe, y luego comprender que es un hijo adoptivo. Ahora lo vemos con su padre biológico, yendo al encuentro de los suyos, en un viaje que también incorpora a su padre de corazón. Se puede querer a dos padres, y ambos pueden unirse en beneficio del hijo, esa es una de las moralejas de la historia, y se expresa de una manera muy agradable.

Otras moralejas tienen que ver con el esfuerzo, la familia, la atención, la perseverancia, el respeto a los mayores, la comprensión de sí mismo, etc. Todo eso, con mucho colorido, imponente fantasía y hábil uso del 3-D. Y con una contraparte sombría, porque, como corresponde, también hay un antihéroe.

En este caso, una especie de minotauro (poco temible) que surge como explosión atómica y cobra fuerza absorbiendo la fuerza de los otros. Para enfrentarlo habrá preparativos con y sin pantalla dividida. Y peleas, abundantes peleas, muy agitadas, tipo videojuego, tipo hecatombe mundial, etc., todas graciosas.

Algunos conocedores encontrarán cierto parecido humorístico con los mundos extraños de Ronny Yu o de Tsui Hark, y más aun con algunas películas juveniles de Sammo Hung, el luchador gordo. La mayoría encontrará, más bien, un claro parecido de esta película con las anteriores. Se entiende, está escrita y producida por los mismos de siempre: Jonathan Aibel y Glenn Berger, que también escribieron "Alvin y las Ardillas 3", y la segunda de Bob Esponja (y la tercera, que ya se anuncia).

Dirección, Alessandro Carloni y Jennifer Yuh, que empezaron hace como 20 años en la serie "Johnny Quest", cada cual por su lado, y ahora comparten el mando. Ella, coreana de origen, ya había dirigido solita el "Kung Fu Panda 2", lo que significó un récord especial: fue la primera mujer que dirigió enteramente sola un largo animado de gran presupuesto y alcance mundial. Y todavía no hay otra.