KM 0 Ficciones urbanas

Crítica de Melody San Luis - Fancinema

UN PUNTO DEL MUNDO, MUCHOS PUNTOS DE VISTA

Hay películas que, desde el comienzo, hacen sentir que no bastará con verla una vez para entender muchas de las cuestiones que trabaja. KM 0, ficciones urbanas no deja solamente esa sensación, sino que genera una necesidad de volver a recorrerla para apreciar cada uno de los rincones de sentido que quedan desplegados. Porque el director Mario Levín explora, desde el diálogo con diferentes artes y expresiones, el punto cero de la Argentina y aquello que lo rodea y perdura en ese sitio.

Desde un punto pequeño de la Argentina, KM 0, ficciones urbanas trabaja diferentes temas que tuvieron su huella histórica o simbólica en ese lugar pero que muchas de ella abarcaron decisiones y concepciones para todos los argentinos. Ese mundo de relatos de diferentes artes que Levin recolecta forma un tramado histórico de disímil perspectivas que rodearon al lugar. Se trabaja desde la historia de su arquitectura heterogénea, que puede funcionar como analogía de los habitantes de la Argentina, tan dispares en nacionalidad y procedencia, hasta las marchas de protestas que aparecen como habitantes turistas que, aun con estadía corta, parecen caminar eternamente, en los que fueron, en los que están y los que vendrán. Muchas son las tramas que el film lanza al juego, da posibilidades de diferentes caminos y amerita un rol activo del espectador, dispuesto a recordar una frase y encontrar que es parte de un poema.

El modo de construcción se lleva a cabo por la acumulación de información. Aunque la música y los tiempos no sean rápidos, el contenido de cada uno de los elementos hace que haya muchas ideas en juego. Se ponen al tablero diferentes expresiones artísticas como fotografía, pintura, escultura, arquitectura y literatura, que funcionando en simultáneo parecen ser difícilmente observables sin perder detalles y significaciones. Al mismo tiempo que cada una de las obras posiblemente despertará diferentes puertas de significación según los conocimientos y experiencias de cada uno.

Pensado desde la acumulación de conocimientos del arte, se puede creer que el film es un desfile de pedantería y puro despliegue de conocimientos sin una intención más que la exclusión de quienes no los conocen. Sin embargo, aquí la puesta en escena funciona como un puente hacia distintas expresiones del arte. Se abren muchas puertas diferentes y, aún con todas ellas, también se construye esta misma película y la historia de un punto de la Argentina, que metafóricamente es el corazón del país.