Kajianteya, la que tiene fortaleza

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Preservar el pasado para construir el presente

En los últimos tiempos cierto sector de la cinematografía argentina se ha dedicado al abordaje de temas que tengan que ver con las problemáticas de los pueblos originarios. Casi una docena de films se estrenaron el último año narrando desde el formato documental temas que involucran directamente alguna de las diversas comunidades originarias de nuestro país.

En esta nueva producción que hace foco en lo nativo, el director Daniel Samyn se centra en Kajianteya (una autoridad wichí) para abordar el estado de tensión que se produce entre la contradicción por resguardar lo ancestral y la visión desoladora del presente.

Kajianteya, la que tiene fortaleza (2012) recorre a través del testimonio de esta Niyat (autoridad) los diferentes desafíos a los que se enfrenta una comunidad que quiere seguir con las tradiciones del pasado y por eso se enfrenta a un presente de lucha por los derechos a la conservación de su cultura, la recuperación territorial y la preservación de la naturaleza.

La más interesante en Kajianteya, la que tiene fortaleza es el estado de tensión que se produce entre el ayer y el hoy, que ellos mismos reconocen, y que los pone en un lugar lleno de contradicciones pero también de certezas.

Algo destacable es como, desde la simpleza, el realizador logra entrar en el corazón de la comunidad para que esta se confiese frente a la cámara como si no estuviera presente, exponiendo de manera natural, y sin ningún tipo de prurito, todas aquellas problemáticas que muchas veces se callan por corrección política o por carecer de voz.

Kajianteya, la que tiene fortaleza es una película simple, sin grandes búsquedas estéticas, con una cámara movediza que denota cierta suciedad visual adrede, dando como resultado un documental sin ninguna otra pretensión que la de exponer la visión de una comunidad ancestral que lucha con el pasado y el presente.