Justicieros

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Sí, ya sé que no es fácil convencer a muchos de que una película danesa como Justicieros, con Mads Mikkelsen, puede ser una divertida comedia de enredos, un filme de acción entretenido y que, además, tiene unas actuaciones para sacarse el sombrero.

Porque no comienza precisamente con el humor negro, ni la acidez ni la rapidez de sus ingeniosos diálogos, sino con algo que luego irá entendiéndose como la teoría del caos.

Arranca con el deseo de una niña por tener una bicicleta azul para Navidad. Como el dueño del local no la tiene, manda a robar una, por lo que la chica de esa bicicleta robada debe ir al colegio con su madre en auto, pero deciden tomarse el día libre y viajar en subte. Otto le cede el asiento a la madre cuando se produce una explosión, que sería un atentado, y la madre fallece.

Otto (Nikolaj Lie Kaas) es un matemático recién despedido que crea algoritmos que predicen comportamientos sociales, y con la ayuda de otros dos nerds, descubre que en ese vagón viajaba un testigo que podía mandar a la cárcel a una banda delictiva de motoqueros. No pregunten cómo, pero llegarán hasta la casa del marido de la mujer muerta (Mads Mikkelsen), un militar que vuelve del frente para quedarse con su hija en ese difícil momento.

Sí, nada parece muy cómico, pero a partir de ese encuentro, los tres amigos y el militar planearán la venganza, haciéndole creer a la hija adolescente de Markus que los recién llegados a la granja donde viven son terapeutas (ella quiere que su padre tenga ayuda psicológica).

Dijimos que era una comedia de enredos, por lo que cada paso que el cuarteto haga -se sumarán un par de personajes más- derivará en un embrollo mayor. Lo que no dijimos es que Markus es un tipo tan hosco como eficiente a la hora del combate, cuerpo a cuerpo, o con o sin armas.

Justicieros tiene todo, absolutamente todo para ser una película de Hollywood, y no sería difícil que termine siendo una remake. Si Otra ronda, la danesa ganadora del Oscar al mejor filme internacional el año pasado, también con Mikkelsen, el actor que fue Lecter en la serie Hannibal y el malvado de Casino Royale, lo será, ¿por qué no lo convencen a él para protagonizarla?

Entretenimiento puro
Son casi dos horas de entretenimiento puro, de sorpresas, vueltas de tuerca, con un guion que ofrece un timing perfecto. Todo el elenco, no solo Mikkelsen, está genial, pero vale la pena detenerse en Nikolaj Lie Kaas. El actor de varios filmes de Susanne Bier -como también Mikkelsen; el director Anders Thomas Jensen ha escrito varios guiones para la realizadora de Corazones abiertos- logra el balance perfecto entre ser un nerd y un ser tan sensible como lógico y solidario.

Gran película, con un final que también cierra intachablemente.