Juntos... pero no tanto

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

Otra vuelta en el juego del amor y de la vida

Continúa en la cartelera de cine bahiense otra comedia sobre la familia y las segundas oportunidades. Diane Keaton y Michael Douglas, al frente de un elenco

Oren y Leah ya transitaron una buena parte de sus vidas pero todavía están en forma y, por qué no, en carrera.

El es vendedor inmobiliario y la pérdida de su esposa agrió aún más su carácter. Ella es una delicada cantante también viuda, pero transita ese estado con una mezcla de resignación y congoja interminable.

Él abandonó una casona lujosa en un barrio mucho más lujoso aún, para irse a vivir con sus muebles apilados en el departamento de una vecindad sencilla y cálida.

Oren es el "sapo de otro pozo", por su mal carácter y peor comportamiento para con sus vecinos. Leah vive pared por medio, y entre rencillas cotidianas están cuando viene a tocar la puerta el hijo del hombre, de apuro y pretendiendo hacer cargo al abuelo de una niña de 10 años, demasiado parecida a él, pero que Oren se niega a aceptar y pone en manos de Leah como si fuera un cachorro sin hogar.

Mientras Leah ayude a Oren a aceptar la situación y abrir su corazón a los afectos, él le ayudará a ella a salir de la crisis de vocación en que la dejó el fallecimiento de su marido y acompañante musical. Juntos, además, descubrirán que existen otras vidas posibles para transitar, juntos y separados.

Dentro de la serie de películas dedicadas al romance y las segundas oportunidades en tiempos maduros, Juntos pero no tanto no es de las más logradas.

Tiene un elenco efectivo, que sabe construir las situaciones reideras que propone el guión; goza de la clásica-cálida fotografía de soleados barrios californianos; música que acompaña bien. Pero nada parece cerrar cuando la química entre los protagonistas no es plena.

Aunque talentosos y probados, Keaton y Douglas no llegan al nivel de mutua seducción que, por caso, atravesó la pantalla cuando ella y Jack Nicholson batieron duelo de amor y humor en Alguien tiene que ceder (2003). Siquiera tienen la conexión que Douglas y Frances Sternhagen generan en los roles de antiguos amigos y compañeros de oficina en la trama de Juntos.....

Pero cumplen porque saben cómo hacerlo, a las órdenes de un director que ha tenido resultados inolvidables en Cuando Harry conoció a Sally (1989), Sintonía de amor, Nuestro amor (1999) y Antes de partir (2007), donde Nicholson y Morgan Freeman interpretaban a dos hombres maduros, muy distintos entre sí, que decidían cumplir sus últimos deseos, por citar algunos.