Jungle Cruise

Crítica de Alejandro Franco - Arlequin

Ok: no esperes una review sofisticada porque Jungle Cruise no es una película sofisticada. Todo lo que hay está en pantalla: no hay subtextos o sutilezas, simplemente es una hamburguesa de lujo dotada del mas sabroso pan, los mejores condimentos y la mas cuidada carne. Los condimientos vienen de las mas diversas fuentes, ya sea desde Piratas del Caribe hasta La Reina Africana; desde La Momia (con Brendan Fraser) hasta Aguirre, la Ira de Dios (!), desde las películas de Indiana Jones hasta Tras la Esmeralda Perdida. La cosa es que semejante licuado de influencias funciona. A Disney le viene bárbaro porque, salvo Piratas del Caribe, el resto de franquicias (basadas en sus parques temáticos) que quiso hacer despegar fracasaron de manera rotunda – caso de La Mansión Embrujada y Tomorrowland – . Acá dieron con otra mina de oro que posiblemente se agote antes de la tercera entrega simplemente porque los caminos que transita Jungle Cruise ya han sido recorridos hasta el hartazgo por otras películas de aventuras. El material está ok, la dirección es muy buena y el tiro de gracia es la increíble química de The Rock y Emily Blunt, a los cuales los acompaña un cast que le va en saga.

Aventurero temerario involucrado con intelectual inconsciente y hermano molesto. Acá el hermano molesto no es John Hannah sino Jack Whitehall, el cual es gay – detalle innovador para una película Disney – y cuya historia de vida está contada tanto con tacto como con sentimiento. Como La Momia hay una amenaza sobrenatural – afanando de Davy Jones, he aquí otra sarta de conquistadores españoles devenidos híbridos con distintas especies animales fruto de una maldición indígena – y, para cereza de postre, hay un villano alemán… el cual no es nazi simplemente porque estamos en 1916. Es una macana que el libreto no haya afilado el lápiz con Jesse Plemons porque el tipo tenía toda la capacidad para hacer su personaje memorable. Hay varios momentos bizarros que te dan la pauta de lo que pudo haber sido y te da la impresión de que le faltó tiempo de escena para poder brillar.

Hay acción exagerada pero, cosa curiosa, no es estridente o insufrible. Será que la Blunt y La Roca tiene carisma como para 500 películas juntos y hace que uno le perdone cualquier cosa pero la realidad es que la peli no está mal dirigida. Jaume Collet-Serra (de la brillante The Shallows y rector de una tonelada de balaceras con Liam Neeson) se ha ganado un lugar y puede ser el nuevo Gore Verbinski. Y, para Disney, esta es una nueva y sólida franquicia para volver a llenarse los bolsillos.

Con mucho humor, porrazos y buena acción Jungle Cruise es un entretenimiento super sólido. No le busque el pelo al huevo, en estos tiempos uno precisa divertirse y sonreír y Jungle Cruise te lo brinda. Reliquias perdidas y conquistadores malditos no es lo mas original del menú pero, rayos, en este momento sólo pido un pasatiempo con buen timing y un puñado de chistes efectivos. Viuda Negra no me lo dió, Jungle Cruise sí así que vamos repuntando la puntería.