Jumanji: El siguiente nivel

Crítica de Gastón Dufour - Cinergia

Game Over

Para los poco memoriosos (o tal vez los más jóvenes seguidores) Jumanji se basa en la película original (Joe Johnston, 1995) protagonizada por el gran Robin Williams, sobre el juego de mesa que cobra vida y lleva a quienes lo juegan a la selva, mientras resuelven los pasos a seguir para terminar la partida y volver a la vida real.

Años más tarde, la idea fue renovar la narración, sumar una nueva página y convertirla en una franquicia estilo pop, reuniendo a actores con estilos diferentes (Jack Black, Dwayne “La roca” Johnson, Kevin Hart, Karen Gillian, Nick Jonas) para copar todas las posibilidades de público. En una vuelta de tuerca más, pasan tres años, los protagonistas ya están en la universidad, y vuelven a encontrarse en la cafetería que será uno de los puntos relevantes de la historia por cuestiones varias que, obviamente, no adelantaré aquí. La incorporación de Danny DeVito y Danny Glover suma algo fresco, sobre todo dada la talla de los mencionados.

Y aquí nace la pregunta central, al menos en lo que a mí respecta: abrir esta nueva puerta ¿era necesario? Bueno, para los estudios claramente parecía una buena idea y la nueva entrega llega a los cines. En términos generales es una película correcta, entretenida, aún con algunas sorpresas, con secuencias emocionales integrantes de una parte que las engloba y le da una significación al final. Para un público infanto/juvenil (si es que aún ambas partes de un segmento etáreo coexisten) puede funcionar y tener algo de éxito en taquilla. Ahora sí, y esta es una absoluta sorpresa, porque no suelo utilizar la herramienta: Alto: ¡SPOILER MÁS O MENOS LIGERO!

Lo que seguro no era necesario era dejar abierta una nueva puerta… ¡para otra película! Cuando uno cree que ya está más que bien y entiende que ha sido un cierre dentro de todo honorable, doblan la apuesta y prometen una secuela para completar una saga de tres películas. Parece que no se dan cuenta cuándo es necesario desenchufar el respirador.

Es una pena porque hasta ahora las diferentes películas han rendido sus frutos y funcionan. Pero estamos en una época en que al público potencial, un público huraño y descreído de las sagas interminables, este tipo de cosas no le agradan demasiado. Es de esperar que, la pericia de años y años de resolver guiones y películas que pueden parecer a todas luces innecesarias ayude a no terminar definitivamente (y de la peor de las maneras) con Jumanji.