Jumanji: El siguiente nivel

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Continuación directa del film de 2017, "Jumanji: El siguiente nivel", de Jake Kasdan, se las ingenia para ampliar sus horizontes y mantener el mismo espíritu, para contentar tanto a los que querían más de lo visto, como a los que buscan algo nuevo. A esta altura, cada uno hará el conteo como quiere.
Para algunos, "Jumanji: El siguiente nivel", es la primer secuela de "Jumanji: En la selva"; para otros es la tercera entrega de la trilogía que inició en 1995 con "Jumanji"; y para los más receptivos, es la cuarta entrega de una saga que también incluye a "Zathura" de 2005.
Sea como sea, habrá que reconocer que la saga, basada en los personajes e historia creados por Chris Van Allsburg para sus libros ilustrados, sabe cómo mantener viva la aventura variando su fórmula y atractivos con cada entrega.
Durante más de veinte años se había intentado continuar con el éxito protagonizado por Robin Williams, y cuando ya la idea parecía desterrada luego del fallecimiento del actor, apareció "En la selva" sorprendiendo a todos los que no tenían fe en los resultados de una película que cambiara tanto la reglas del juego.
"Jumanji: En la selva" creaba sus propias reglas, apenas se si ligaba con el film de 1995, pero mantenía un espíritu similar, y supo trasladar perfectamente la mecánica de un videojuego de plataformas en medio de la jungla. Como taquilla y críticas acompañaron, era evidente que la secuela ya no se haría esperar tanto.
Por eso, dos años después llega "Jumanji: El siguiente nivel", un título justo para lo que entrega. La misma historia, en un nivel superior. Esta vez, el equipo es el mismo, tanto delante, como detrás de cámara, y se le suman más personajes. Sí, la excusa para traer esta secuela es algo antojadiza y apurada. Los cuatro amigos finalizaron la secundaria, y cada uno emprendió su vida por separado.
El que más sufre es Spencer (Alex Wolff), que, separado de Martha (Morgan Turner) no se siente cómodo en Nueva York habiendo abandonado el pueblo. Al llegar las vacaciones, todos regresan, pero esa sensación de soledad y no pertenencia de Spencer, hará que quiera escapar, por lo que intentará reparar Jumanji, perdiéndose otra vez dentro del videojuego.
Cuando sus tres amigos vayan a buscarlo a su casa, terminarán también encontrándose con el videojuego, y en un descuido, Martha y Fridge (Ser Darius Blain) también terminarán introduciéndose en el mismo. Aunque esta vez no están solos, en la escena aparecen Eddie (Danny De Vito) el abuelo de Spencer, y Milo (Danny Glover), ex socio de Eddie en un restaurante. Ellos dos también terminarán en Jumanji. La única que esta vez quedará afuera y deberá ir en ayuda es Bethany (Madison Iseman). Hasta ahora, toto es más o menos igual, pero una vez en el juego, las cosas son distintas.
Principalmente porque ahora los avatares cambiaron sus posiciones, el Dr. Bravestone (Dwayne Johnson) es Eddie, el profesor Oberon (Jack Black) es Fridge, el zoologo Finbar (Kevin Hart) es Milo, y la aventurera Ruby Roundhouse (Karen Gillian) sigue siendo Martha… pero atentos, porque todo puede cambiar. Los cuatro deben recorrer el lugar buscando a Spencer, que no saben qué avatar tiene; y así, el juego vuelve a comenzar, pero en otro nivel, otra pantalla, una nueva historia, nueva aventura; y aquí está el segundo elemento expansivo, díganle adiós sólo a la jungla.
Para algunos, esto puede ser controvertido, Jumanji era la jungla, los tambores, el safari, la estampida, el cazador. Ahora, pasamos a otra etapa, y se nos presenta una historia que incluye un pueblo nórdico simil vikingos, un desierto de arena, y nieve, mucha nieve; además, de alguna criatura sobrenatural.
Lo cierto es que, guste o no, el guion se las arregla para justificar los cambios, y lejos de afectar la dinámica, la potencia. A los personajes mencionados habrá que agregar el regreso del aviador Jefferson McDonough (Nick Jonas), y una ladronzuela, Ming FleetFoot (Awkwafina), y que las virtudes y defectos de cada avatar han cambiado. "Jumanji: El siguiente nivel" sigue teniendo el mismo estilo de la entrega anterior, balancea muy bien entre la comedia (con escenas desopilantes) y la aventura; y ahora hay más aventura todavía. Los personajes mantienen su química, carisma, y frescura, y los protagónicos están más divididos.
El hecho de no contar con la sorpresa que suponía "En la selva", acá es suplido por el ingrediente del cambio de los personajes con avatares, y hasta el gancho de que los avatares puedan ser cambiados en el medio de la historia, lo que le dará una mayor soltura interpretativa a los actores, todos muy buenos comediantes.
"Jumanji: El siguiente nivel" nunca aburre, pero no es convulsiva, sabe cómo dosificar cada momento, y cuándo presentar algo nuevo para reavivar lo que se está poniendo repetitivo. Es de ese tipo de secuelas que se hacen por obligación y medio de taquito. Les diría que si no les gustó la entrega anterior, con esta ni lo intenten, porque el camino que recorre, en definitiva, es el mismo, sólo que más variado.
Pero el hecho de que sea una secuela encargada y funcional, no quita que no pueda ser una pochoclera de calidad, que no subestima al espectador, y le ofrece poco más de dos horas de puro entretenimiento para salir con una gran sonrisa. Quédense atentos, para los amantes de 1995, hay dos sorpresas, una que si son memoriosos se ve venir desde el principio (aunque recién se resuelve al final), y otra en el medio de los créditos finales. "Jumanji; El siguiente nivel" se puede decir que es una prueba superada.