Julieta

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Hace tres años en la crítica de Los amantes pasajeros escribí: “que para su próxima película Almodóvar vuelva al pedestal que le corresponde”.
Con mucho agrado y placer puedo decir que lo hizo de forma soberbia pero no tan arrolladora como con otros de sus films.
El gran cineasta español regresa con lo que mejor sabe hacer: crear enormes apeles para mujeres y en esta ocasión el espectador es testigo preferencias de una total deconstrucción de Julieta desde sus 25 años hasta ya entrada en la tercera edad.
Vemos la relación con el amor de su vida y la relación con su hija bajo la lupa luego de que una tragedia las sacude.
La incomunicación y la culpa en su máximo esplendor.
Todo a modo de flashbacks y flashfowards lo que permite trasladarnos a diversas locaciones muy bien usadas por el director.
Y como siempre el plato fuerte en sus films son las actuaciones y aquí las “Chicas Almodóvar” vuelven con todo.
El trabajo tanto de Adriana Ugarte y Emma Suárez como Julieta -versión joven y versión entrada en años, respectivamente- es formidable. Ambas actrices le dan vida por completo a una persona que pasa por todos los estados y con la cual es imposible que el espectador no empatice en algún momento.
Su trabajo es tan pero tan bueno que Inma Cuesta pasa medio desapercibida. En tanto Darío Grandinetti acompaña muy bien.
Lejos del frenesí de sus obras cumbres donde los excesos y lo sexual predominaba, Julieta presenta una mirada un poco más madura del director, quien tal vez se encuentre un tanto cansado y no quiere repetirse a raja tabla aún cuando su sello se nota en toda la cinta.
Julieta es muy buen cine de autor y su único problema es que el maestro detrás ya ha dado lo mejor sí.