Julieta

Crítica de Cecilia Tedesco - Revista Meta

Julieta Arcos, una mujer de mediana edad, decide permanecer en Madrid y no mudarse a Portugal con Lorenzo, su pareja actual, a quien no le da explicación alguna por el inesperado cambio de planes. Tras la separación de Lorenzo Julieta se muda al edificio donde había vivido años atrás, y una vez allí afloran los viejos recuerdos de un pasado doloroso que no pudo compartir con él, y que se relacionan con su primer esposo Xoan Feijóo y su hija Antía, y es por ello que decide llevar esas memorias al papel, a modo de catarsis tardía.

Mediante un flashback el film nos lleva al pasado de Julieta y la vemos de joven a bordo de un tren en el cual conoce a Xoan, con quien luego se muda a la ciudad costera donde el vivía. Allí Julieta conoce a Ava, una escultora y vieja amiga de Xoan. Unos años más tarde cuando Antía es casi una adolescente, Xoan muere en un accidente a bordo de su barco debido a un fuerte temporal, siendo el primer hecho dramático que marca a Julieta de tal manera que ya no volverá a ser la misma. Julieta regresa a vivir a Madrid, y en esos duros momentos Antía y su nueva amiga Beatriz se convierten en su único sostén emocional. Pero algo más sucede cuando Antía tiene 18 años, y sin poder comprender lo ocurrido Julieta pierde el rastro del paradero de su hija. Con el paso del tiempo irá enterrando ese pasado trágico para continuar con su vida, olvidando a Xoan y a Antía durante varios años, hasta que el recuerdo de ambos re aparece en el presente.

Julieta es la película n° 20 del realizador español Pedro Almodovar, quien asegura que se trata de una adaptación muy libre de una serie de relatos de Alice Munro, aunque quizá empezó a pensarla allá por el 2009 trás conocer a Joan Didion, una periodista y escritora estadounidense que había perdido a su esposo y a su hija. Originalmente estaba pensada en inglés pero finalmente la hizo en España. Aunque Almodovar también escribió el guión del film, puede parecer que es menos Almodovar que sus trabajos anteriores, lo cual se debe a que quizo tratar el dolor de una manera discreta, y por ello les prohibió a las actrices llorar en cámara a pesar del sufrimiento que padecían sus personajes, y si debían hacerlo, tendrían que mantener el rostro lo más inexpresivo posible a fin de que este pareciera una máscara.

La película no solo habla del dolor y de la pérdida, sino también del perdón, de intentar comprender al otro, y de como sanar heridas tan dolorosas. Si bien es un relato de ficción, toca bastante de cerca la realidad, pudiéndose identificar el espectador con algunas situaciones o personajes. Cabe destacar las actuaciones de las dos actrices que interpretan a Julieta: Adriana Ugarte, la más jóven, y Emma Suarez, la más madura, dando como resultado una historia intensa, dramática y bien narrada.