Jugando por amor

Crítica de Patricia Relats - El Espectador Avezado

Cuando semejante elenco está en cartelera, siempre desconfío un poco del resultado final. Si a eso le sumamos a un director con su grato recorrido, bueno…mis alarmas empiezan a sonar. Aún así, me encontré con una buena historia que, si bien responde a la romcom con sus espacios comunes y predecibles, termina siendo una película disfrutable.
George (Butler) es un personaje un poco patético, que fue una figura del fútbol europeo hace tiempo y una serie de malas decisiones hoy lo tienen alicaído. En esos momentos en los que los flashes se empiezan a apagar, hace un balance de su vida y para eso, tiene que criticarse su rol de esposo y padre.
A lo largo de la película lo vemos cómo pasa de ser un padre ausente, a ser entrenador del equipo de fútbol de su hijo, a playboy/trofeo de las madres de los compañeros del nene y a intentar ser un mejor padre en el proceso. Mete la pata todas las veces que puede hasta que finalmente empieza a entender cómo jugar.
Butler siempre me ha gustado mucho para comedias. Tiene pasta de galán, esa facha un poco torpe y un poco tierna que me cae bien y que va muy bien con el género. El tema es que Jessica Biel no parece tener interés en nadie más que en su botox (paupérrima su interpretación de la ex), pero como tiene una buena batería de secundarios como la monumental y siempre preciosa Catherine Zeta Jones, Uma Thurman y Dennis Quaid, la cosa se relaja por momentos.
El escenario es un barrio en los suburbios de Virginia, lejos de las grandes ciudades que solemos ver en estas cintas y eso promueve mucha magia en la fotografía para poder relajar sobre aquello que no pasa en los diálogos. Sostengo que a la pareja le falta química, lo cual en una de estas películas es casi insalvable.
Gabrielle Muccino ya ha demostrado en "En Busca de la felicidad" que sabe manejar muy bien las relaciones entre padre e hijo en la pantalla. El guión, si bien es divertido, trae pocas cosas nuevas. Sigue remarcándose el rol de él que más que mujeriego se va convirtiendo en rehén de mujeres (muy tano. Disculpen pero me hizo pensar en Marcello en la Dolce Vita donde erraba de mujer en mujer) y un lindo ritmo cómico.
Dista de ser la película del año, pero no decepcionará a muchos