Jugando por amor

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Sólo para tardes de zapping en el cable

Esta es la clase de película que puede verse tranquilamente por televisión haciendo zapping. No es que sea mala. Está bien hecha, se hace bastante llevadera para públicos familiares y culmina con las debidas moralejas. Sólo que su historia es harto repetida, las instancias del argumento son siempre previsibles, la puesta en escena es rutinaria, la música es melosa y los intérpretes practican gestos inverosímiles de primer año de una mala escuela actoral (o de añares de mala escuela de televisión), salvo el protagonista, que mantiene la misma cara de cansancio y fastidio hasta cuando se le tiran encima Catherina Zeta-Jones y otras buenas señoras.

Bueno, de vez en cuando tiene alguna sonrisita, por ejemplo cuando le avisan de un lindo trabajo de comentarista deportivo. En otros tiempos el hombre tuvo cierto cartel dentro del fútbol inglés, pero ahora está en algún pueblo de Louisiana como director técnico de fútbol infantil, todo para estar cerca de su hijo en edad de crecimiento, y, de paso, ver si recupera a su ex esposa que está por casarse con otro. En fin, ya más o menos se sabe lo que va a pasar con el equipo infantil, el trabajo de comentarista, el hijo, la ex y las demás. Quizás haya alguna inquietud respecto a las posibles reacciones del nuevo novio de la ex o el actual marido de alguna desesperada, un desubicado con plata que por suerte provee el único chiste bueno de toda la película, cuando los dos grandulones están peleando abrazados por el suelo y los niños creen que es un festejo y saltan formando una pila de alegría. Lo contamos, por si alguno ya se aburrió y quiere cambiar de canal.

Intérpretes, el escocés Gerard Butler, Jessica Biel, Zeta-Jones, Judy Greer, simpática, Dennis Quaid y Uma Thurman. Director, Gabriele Muccino, que en Italia supo hacer comedias románticas de atendible nivel.