Jugando por amor

Crítica de Luciana Boglioli - La Capital

El soltero más codiciado

George (Gerard Butler) es un ex jugador de fútbol profesional que vive sin dinero y trata de restablecer la relación con su hijo Lewis (Noah Lomax), ya que desde su divorcio con Stacie (Jessica Biel), se ha ocupado muy poco de él. De repente, Gerard pasa a ser el entrenador del equipo de fútbol de su hijo, puesto que lo vuelve automáticamente popular. A partir de ese momento, al protagonista se le empiezan a abrir múltiples posibilidades, desde el ámbito profesional hasta el personal, donde gana amigos y sobre todo mujeres. Se convierte en el hombre soltero más codiciado por las madres, pero cuidado, porque no son madres descuidadas y obesas. Se trata nada menos que de Cateherine Zeta-Jones, Uma Thurman y Judy Greer, unas cuarentonas sexies y desesperadas por tener una noche de pasión. Ellas lo persiguen y lo acosan, pero para Gerard lo más importante será recuperar la relación con su hijo y al verdadero amor de su vida. “Jugando con amor” resulta una comedia romántica pasatista. El desfile constante de estrellas le dan dinamismo al filme, aunque no logra contar una historia realmente interesante, por lo que los actores resultan desaprovechados para tan insignificantes personajes. En fin, una película pochoclera que muestra que todo se acomoda en la vida, que algunas cosas se van, pero otras, llegan para quedarse.