Jugando por amor

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Gabrielle Muccino es un director italiano que trascendió internacionalmente por su película El último beso, que luego tuvo una olvidable remake norteamericana.
El suceso de aquel film hizo que despertara interés en Hollywood y así fue que terminó realizando En busca de la felicidad, que brindó un gran trabajo actoral de Will Smith y su hijo Jaden.
Jugando por amor es la segunda apuesta de Muccino en Estados Unidos, donde fue literalmente masacrado por la prensa de ese país.
Sinceramente no me pareció que la película fuera tan terrible para que castigaran al director con tanta saña, donde en algunos casos hasta lo catalogaron de misógino.
No entiendo que les pasó a los críticos yankees con esta producción.
Dentro de las comedias románticas el cine norteamericano ofreció filmes muchísimos peores que este que no recibieron tantos palos.
Si viste El último beso te das cuenta que este fue un proyecto que Muccino hizo por encargo, ya que hay un abismo entre ambas obras, pero tampoco es tan terrible como para matarla.
Gerard Butler se maneja muy bien con los momentos humorísticos y está rodeado de buenos actores como Dennis Quaid y Catherine Zeta Jones.
Si bien la trama es predecible y ya la vimos en otras películas, el director lleva muy bien la historia apoyado en un buen elenco.
No es un relato que emocione y uno lo recuerde como uno de los grandes filmes románticos de los últimos tiempos, pero zafa y brinda un buen entretenimiento dentro de este género.