Jugando por amor

Crítica de Claudio Lo Iacona - Todo lo ve

El partido de la vida

Está claro que el escocés Gerard Butler puede interpretar cualquier tipo de papeles, desde 300, pasando po títulos como La Cruda Realidad y hasta Posdata: te Amo. En este caso interpreta a un ex jugador de fútbol, quien pasará a la posteridad por su gran talento con el balón.

En la actualidad, el retirado de la cancha, George, cuenta con una montaña de deudas y una un mundo de mentiras, escapando de los alquileres y vendiendo su ropa deportiva y medalla.

George intentará encontrar una segunda oportunidad entrenando al equipo de su hijo Lewis y buscando de ese modo, recuperarlo.

Mientras intenta insertarse nuevamente en el mundo de la fama, conoce a Carl (Dennis Quaid), un codicioso y manipulador padre de uno de los chicos, que busca sacar provecho del ex crack.

Uno de hallazgos de Jugando Con Amor, es el cambio de perfil de Jessica Biel, haciendo de esposa y madre, con escaso maquillaje y sin intentar ser una "femme fatal". El rey del fútbol, nota que al acercarse a los chicos, se le suman un número de madres- admiradoras, mujeres con distintos perfiles: casadas (Uma Thurman), separadas (Catherine Zeta-Jones) y desoladas (la genial Judy Greer).

Encantador con las mujeres y con su acento extranjero, George termina colocándose en el centro de la atención como en los viejos tiempos, pero también puede perderlo todo.

Producida por el mismo Gerard Butler y dirigida por el italiano Gabriele Muccino (En busca de la Felicidad, Siete almas, El último beso, Recuérdame), el equipo está completo para jugar en toda la cancha.