Juana

Crítica de Rodrigo Rago - CineFreaks

Con sabor a lucha.

“Libertad, reclama ansiosa la mujer, hija de la doble esclavitud del marido y de una sociedad que la condena a sufrir todas las miserias morales. Libertad: hoy te blasonan las mujeres que, al rítmico acorde de tu nombre, forman legiones para cantar un salmo de esperanza y de conquista.”

Bajo el aura de una música lenta y compasiva, estas palabras de Juana dan el inicio a una película documental que buscará retratar la vida de una de las primeras conquistadoras en la lucha contra el patriarcado.

Dirigida por Daiana Rosenfeld, este metraje de 60 minutos explora la vida de Juana Rouco Buela; una de las pioneras que, como lo he mencionado anteriormente, comenzaba a sembrar junto con otras compañeras los primeros vestigios de un feminismo contemporáneo, el cual buscaba y busca (cabe la redundancia) la liberación completa de la mujer.

A través de sus escritos y de su autobiografía, esta película rescata la voz de la protagonista quien, bajo la interpretación física de Lucía Montenegro, irá contando su propia historia: Su llegada de pequeña a la Argentina, su vínculo con el anarquismo, su deportación a Europa, su intento de regreso recalando en Uruguay, la fundación de su periódico de y para las mujeres, y cómo se convirtió en una de las primeras presas políticas del país.

Juana es un documental que busca constantemente obtener de la poesía y la imagen, un ritmo llevadero que a la vez no pierda ni se aleje del interés histórico. Su principal recurso, la voz en off (interpretada esta vez por María Eugenia López), es la encargada de guiar una película que de vez en cuando, se sostiene en algún fragmento de entrevista y en imágenes de archivo de la época, pero que navega siempre en los registros ficcionales de una Juana que se pasea por la playa y el cielo, inundada en pensamientos.

Aun así, por momentos existe una búsqueda pictórica que, en el intento de retratar los sentimientos de Juana, termina abusando de recursos como el desenfoque o la música dramática. Esto, junto con el constante registro de playa y campo (a mi entender) desentona en algunos minutos de la película; la cual necesita del regreso a una entrevista o un archivo para volver a buen puerto.

Pero, aun así, no hay que olvidar que estamos frente a una película que busca apreciar su vida y agradecer todas las batallas luchadas. Juana logra destacarse como un documental homenaje para una de las tantas mujeres que sentaron las bases para que el feminismo actual siga construyendo un camino de equidad y justicia para la mujer.