Juana

Crítica de Melody San Luis - Funcinema

NO HAY REVOLUCIÓN SI LAS MUJERES NO SON PARTE

Mujeres como Juana hicieron historia por luchar por los derechos sociales para todos. Desde el anarquismo, esta revolucionaria optó por no callarse y reclamar justicia por fuera y hacia adentro de su partido. Con consignas pioneras para la época, Juana marcó, junto con otras feministas, los cimientos de las banderas que aparecieron mucho después en las calles.

Juana es un documental sobre la vida de la activista del movimiento anarquista Juana Rouco Buela. El film utiliza la voz en off para darle lugar a las palabras de esta militante. Para esto recurre a sus escritos personales extraídos del periódico Nuestra tribuna (1922-1925), de Mis proclamas (1942) y de su autobiografía Historia de un ideal escrito por una mujer (1964). Para ilustrar estas palabras una actriz la interpreta, tipea en una máquina de escribir, camina, o bien se queda mirando un punto fijo.

La película narra los pasos de Juana dentro de la militancia y la mirada feminista que le dio a la lucha. Dentro de sus reivindicaciones principales estaba el reclamo de una autocrítica al partido por luchar por la igualdad social, pero ejercer diferencias con las mujeres a la hora de la toma de poder o bien en sus casas. Juana ya hablaba de una maternidad consciente, para que las mujeres pudieran tener opciones. La educación y la formación fue otro de los pilares que llevó adelante su lucha. Para empoderar a sus compañeras, invitar y difundir las ideas feministas, ella creó un quincenario escrito solo por mujeres.

El film recupera momentos claves de la historia argentina, contados por Juana y, por tanto, dados desde el lugar de la mujer en aquellos acontecimientos. Aparecen las huelgas de los conventillos por la ley de alquileres y la lucha por las ocho horas laborales. Y junto con esto, fotografías de la época. Se recuperan así ciertas imágenes representativas de ese momento. Aparecen las mujeres con sus escobas, objeto que usaban para defenderse en la disputa de los desalojos junto a los baldes de agua caliente. Pero también se visualiza el hacinamiento en el que estaban viviendo.

Además de las fotografías, Juana utiliza recortes periodísticos y videos de la época para ilustrar lo que se va narrando. Aparecen también en el film las apreciaciones de algunas investigadoras y escritoras como Dora Barrancos, Gisela Manzoni y Elsa Calcetta. Ellas le dan al film un contenido de análisis de lo que fue Juana para la época. Entre aquellos aspectos que rescatan aparecen estas diferencias que Juana tuvo con cierta parte del feminismo por no acompañar las luchas por el sufragio, ya que su condición como anarquista planteaba otro modelo de sociedad que promovía la disolución de los mecanismos de gobierno vigentes.

Sin quitar mérito al documental, uno de los puntos en contra que tiene el film es proponer varios momentos contemplativos en los que aparece el mar y el sonido del ambiente. Son pausas en la narración que le dan un tono de seriedad que no contribuye demasiado al ritmo de la película.