Jojo Rabbit

Crítica de Matías Asenjo - Sin Intervalos

Pasen y disfruten las desventuras de “JOJO RABBIT” y su disparatado amigo imaginario: Hitler.

Jojo "Rabbit" Betzler (Roman Griffin Davis) es un solitario niño alemán perteneciente a las Juventudes Hitlerianas que ve su mundo puesto patas arriba cuando descubre que su madre Rosie (Scarlett Johansson) esconde en su casa a una niña judía (Thomasin McKenzie). Jojo deberá enfrentarse a su ciego nacionalismo pese a los consejos de su mejor amigo imaginario.

Si sólo conoces a Taika Waititi de “THOR RAGNAROK” te recomiendo “WHAT WE DO IN THE SHADOWS”. Y lo que tienen en común con la película que hoy nos convoca, además de su característico humor, es la capacidad de darle un aporte fresco a un tema ya muchas veces visto. En una es la explotada temática de vampiros que los vimos de todos los gustos y colores. En “JOJO RABBIT” se adentra en la 2da guerra mundial y el nazismo, tema también abordado de todas las formas posibles. Incluso el director y actor neozelandés tampoco es el primero en satirizar a Hitler. Desde Tarantino hasta Chaplin han hecho esto con el personaje. Sin embargo, aquí nos da una meritoria muestra de la importancia del “cómo” por sobre el “qué” entregándonos esta fresca pieza.

Tomando como puntapié la novela “Caging Skies” es que se inspira esta historia de la que se toma muchas licencias con respecto al libro (como la gran decisión de poner a Hitler como amigo imaginario del niño) aportándole elementos de humor, terreno donde más cómodo se siente a la hora de contar.

Con muy buenas actuaciones, que entienden perfectamente el código en que se maneja el film y aprovechan las licencias para improvisar que el director habilita, cabe destacar el inmenso trabajo debut de Roman Griffin Davis (¿¿¿de dónde sacan a estos pibes???) y el mérito del director para guiar al prematuro protagonista.

Una música muy presente y contemporánea que, junto con cierto código, ritmo y lenguaje no verbal nos recuerdan que se están abordando temas aún vigentes y merecen la pena reflexionar. Cuenta también con un gran trabajo de arte, y momentos de composición fotográfica de mucha belleza.

Con algunos tintes y reminiscencias que nos remiten a “LA VIDA ES BELLA” resulta una película absolutamente tierna, de muy buen ritmo y cambios en la trama que acentúan esta dinámica.

En definitiva, “JOJO RABBIT” es una gran cinta que nos demuestra también que el humor es cosa seria.

Por Matías Asenjo