John Carter: entre dos mundos

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Una de princesas y monstruos

Todo se transforma. En las tradicionales películas de acción y aventura, el héroe se enfrentaba con el villano en distintas locaciones y luchaba contra los mas extraños obstáculos y todo tipo de enemigos. Cumplía su objetivo y ratificaba su condición de héroe. Pero la imaginación sigue desbordándose. Es el caso de "John Carter: entre dos mundos".

Un joven capitán del ejército, durante una histórica contienda en Estados Unidos, es abducido, y llevado a Marte, aunque sus habitantes lo denominan Barsoon.

Allí, con poderes extraños como el de saltar a distancias increíbles, comienza a integrarse con un mundo que está muriendo, donde los seres de cuatro brazos muy verdes, como la hojas de la tierra en la primavera, luchan con enemigos imponentes y asumen una crisis galáctica. Carter recuerda su apuesta por la libertad y la no sumisión al enemigo. Armado, entra en lucha.

POR EL AZAR

Basada en una serie del popular Edgar Rice Burroughs (creador de "Tarzán"), John Carter revitaliza la historia del héroe enfrentado a la aventura y el azar. La serie, luego transformada en libro, que tenía sus mayores adeptos entre los adolescentes, ya en su formato película, está dirigida a ese mismo tipo de público. Tiene un buen ritmo narrativo, atractivos efectos especiales, bellas locaciones y una estética que se renueva con inéditos tipos de monstruos (la imponente escena del campo de guerra, con semejanzas respecto del Circo Romano, donde luchan monstruos gigantes, custodiados por extraños cuidadores). El filme, aunque no innova en cuanto a temática, recrea mundos de cuidados diseños, en los cuales que extrañas criaturas.

CINE DE BARRIO

El director, siempre con el apoyo de la serie original, "John Carter de Marte", es ayudado en la ficción por un equipo que aglutina a Taylor Kitsch y la bella Lynn Collins (Dejah Toris), la tradicional princesa, esta vez con una cuota de desparpajo y picardía que le sienta bien y recuerda a la Catherine Z. Jones de los relatos cinematográficos iniciales.

Entretenida, a veces con repeticiones, "John Carter en Marte" recicla un cine que teniendo como protagonistas a "Simbad el Marino", "El príncipe valiente" o "Aladino", continúa atrayendo con su carga de aventura y fantasía, como en la época del "cine de superacción" televisivo, o las míticas matinés de los cines de barrio.