John Carter: entre dos mundos

Crítica de Facundo J. Ramos - Toma 5

"Saltando alto"

Estas son la clase de películas con las que a uno le cuesta ser objetivo.

Alguien dijo alguna una vez en una critica la frase “Esta película libera el niño que todos tenemos dentro” y creo que no hay mejor ejemplo, en lo que va del año, como “John Carter” para aplicar dichas palabras.

La Disney logró nuevamente ampliar su publico. Llamar la atención de niños con distintos personajes y aventuras lo hizo siempre bien.

Cuando quiso apuntar un poquito más alto tuvo éxito, como es el caso de “Piratas del Caribe”, que si bien no son pelis de mi agrado, se convirtieron en una gallina que pone huevos de oro en lo que respecta a lo económico.

Y cuando quiso apuntar más alto todavía ,siempre hablando, claro, de los últimos años, llegó la que para mi fue la mejor película del 2010: “Tron: El Legado“.

Aquella secuela del clásico de 1982 me dejó sin palabras; una peli de ciencia ficción oscura, con una trama de la cual se pueden hacer múltiples lecturas (entre ellas políticas, religiosas, etc), unos efectos especiales soberbios y con un elenco y un director casi desconocidos (a excepción de Jeff Bridges y Michael Sheen).

Un riesgo absoluto, teniendo en cuenta que el presupuesto de aquella producción fue de 300 millones de dolares, algo que ni las más grandilocuentes películas pueden igualar.
El tiempo y el resultado le dieron la razón; “Tron: El Legado” fue todo un éxito en el publico, en la critica y en lo económico. Ahora solo resta esperar por una nueva entrega.

Esperemos que no se retrase nuevamente 28 años.
Con “John Carter” tenemos un panorama casi idéntico; actores semi-desconocidos, director que realiza su primer trabajo con actores reales, presupuesto de 250 millones de dolares, efectos especiales revolucionarios y una historia que merece ser contada en la pantalla grande.

Pero aquí la historia podemos decirlo, casi sin temor a equivocarnos, lo es todo.

“Una princesa de Marte” fue el primero de los nueve libros que escribió Edgar Rice Burroughs de las aventuras en “Barsoom“.

El tipo habló de vida en marte, conflictos entre razas marcianas, vidas paralelas y guerras extraterrestres en 1912, algo que no solo lo convirtió en todo un fenómeno por aquel entonces, sino que ademas lo dejó como un adelantado para la época.

John Carter es un capitán de Guerra que en plena huida de un ataque de indios de piel roja descubre un pasaje al mismisimo planeta rojo, conocido como Barsoom. Allí no solo tendrá que lidiar con la raza marciana de los tharks, sino que se cruzará en el camino de la princesa de ese planeta en un momento crucial. Esta aventura fue una creación gloriosa por aquel entonces. Como dije antes, incluso adelantada para su época. A tal punto que cuando Burroughs creó a Tarzán el éxito de este dejo un poco relegado al viajero espacial.

Si bien ambos fueron recibidos con los brazos abiertos por el publico, con el paso de los años, una historia fue opacando de a poco a la otra.

Obviamente fue aquella que resultaba, a priori, más creíble; la del hombre criado por monos en la selva.
Repito, esto no quiere decir que John Carter haya sido olvidado, sino que la adaptaciones a nuevos medios (como la tv y el cine) lo dejaron relegado y esto hizo que sus aventuras se limitaran a libros y cómics.

Años después, la Marvel le dedicaría una serie de cómics que alimentarían más la pasión por este personaje, tanto en adultos como en niños. Posteriormente también lo hizo la casa de “Hellboy”, Dark House Comics, convirtiéndose, obviamente, en otro éxito.

En el año 2009, cuando la famosa casa del ratón Mickey compró, en lo que representó todo un suceso económico e histórico, la editorial Marvel, por la friolenta suma de 2.800 millones de dolares, adquirió los derechos de todos sus personajes tanto en los cómics como en las adaptaciones cinematográficas.

La unión sin precedentes dio también resultados inigualables en materia cinematográfica; adaptaciones que jamas creímos posibles, como es el caso de “Los Vengadores” y “John Carter“, tuvieron luz verde y se desarrollaron casi sin problemas.

Si bien este hecho definió el camino que iba a seguir la adaptación cinematográfica del personaje de Burroughs, es cierto también que Disney había intentado durante años llevar adelante una adaptación de John Carter a la pantalla grande pero nunca pudo lograrlo. Más que nada por impedimentos técnicos y económicos.

Impedimentos legales nunca tuvo. Los derechos del personaje son de dominio publico, debido a que su autor cedió sus derechos sobre el mismo. Una locura para los tiempos que corren, pero por aquel entonces Burroughs lo que menos imaginaba era que lograría tamaño éxito, aunque también hay que decir que no lo buscaba.

En el 2009 Andrew Stanton fue el elegido de Disney para llevar adelante el proyecto, detrás de cámaras y también en el guion. Y el ganador de dos premios Oscar(por mejor película animada con “Buscando a Nemo” y “Wall-E”) no defraudó en ninguna de sus dos funciones.

Como director esta al frente del que es, sin dudas, el proyecto visual más grande que la Disney haya realizado.

Por lejos. Jamás habíamos visto una película de esta envergadura visual que provenga de este estudio y gran parte de eso quizás se debe a que Pixar estuvo en el medio. Para los desprevenidos, “John Carter” es la primera película live-action del estudio creador de “Toy Story” .
Visualmente esta producción solo se podría comparar con “Avatar” de James Cameron, lo cual ya es decir mucho. Y estoy seguro de que si “John Carter” se hubiera estrenado antes, hubiera causado la misma revolución y el mismo impacto que aquel film del 2009.

“John Carter” no cae en ningún momento en el despilfarro visual sin sentido. Todo esta perfectamente justificado por su guion, pero igual ofrece un espectáculo enorme que merece ser disfrutado en una pantalla de cine, y en 3-D claro.

La historia del film de por sí es interesante y no deja que el espectador le quite los ojos de encima. Eso es clave. Es lo que tiene que tener una peli de aventuras de este tipo ya que no alcanza solo con lo visual.

Pero claro, como toda película que dura alrededor de dos horas, no puede ofrecer un ritmo frenético durante toda su duración. Quizás la primera parte del film, la que tiene lugar en la tierra, es el mejor ejemplo de esto. Sin ser aburrida y siendo necesaria, atrasa todo lo que verdaderamente queremos ver; nuestro protagonista haciendo de las suyas en Marte.

Ahí es donde la peli realmente arranca y casi no decae nunca, ofreciendo algunos momentos memorables, muy altos en comparación al resto de la peli.

La primera batalla en solitario de Carter con los habitantes de Barsoom es de las escenas que pone la piel de gallina y de las que recordaremos por un largo tiempo.

Y la última hora es el mejor ejemplo de lo mucho que tiene para ofrecer esta historia, con final inesperado que coloca las fichas para lo que podría venir en las próximas películas.

El elenco es correctisimo; Taylor Kitsch en el rol de Carter transmite toda la arrogancia y el espíritu aventurero del personaje. Lyn Collins como Dejah Thoris, la princesa de marte, aporta belleza y credibilidad en casi todo el relato.

Quizás Mark Strong en la piel de Matai Shang este algo flojo, pero creo que se debe mas a que el personaje no tiene un rol muy clave en el film. Después tenemos personajes para tirar para arriba, pero no nos podemos olvidar de los que verdaderamente se roban la película; los marcianos barsoomianos, los Tharks.

Esa raza barbarie, verdes, con cuatro brazos y un espíritu casi espartano, transpiran la camiseta durante toda la película, haciendo que realmente valga la pena disfrutar del espectáculo. Aportan sus voces a estos bichos grandes actores; Willem Dafoe, Thomas Haden Church y Samantha Morton, entre otros.

La música de Michael Giachinno es soberbia. Sigue la linea de los mejores trabajos de este compositor que verdaderamente la rompe.

En definitiva, “John Carter” lo tiene todo para convertirse en una peli de aventuras digna de estar al lado de los grandes clásicos del genero; “Indiana Jones”, “Star Wars”, “Volver al Futuro”, etc.

Es de esas películas que vamos a ver hasta el hartazgo una y otra y otra vez en la televisión, los sábados a la tarde y que nos va a entretener igual que la primera vez.

Puede caer en algunos lugares comunes, como también puede tener sus errores (no tan grandes) pero así y todo lo que para muchos podría ser solo una peli muy buena, para mi, adquiere la categoría de excelente.

¿Por qué? porque esta clase de pelis ya no se hacen y estaría muy bueno (y creo yo que hasta seria necesario) que el cine de aventuras vuelva a ser grande como lo fue en su momento.

Es un riesgo que corrió la Disney/Pixar y que, a mi parecer, ofrece una de las mejores pelis de aventuras de los últimos años.

Esa sensación de disfrutar como un personaje canchero, gracioso y valiente se enfrenta a retos imposibles, personajes increíbles y aventuras que parecen no tener fin, es simplemente maravillosa.

La disfrutábamos de pequeños con otras pelis y ahora, cuando ya pasaron varios años y la niñez quedo atrás, “John Carter” aparece por primera vez en el cine, para sacar al niño que todos tenemos dentro. Nunca mejor dicho.

Ojalá que tengamos más aventuras de Barsoom en los próximos años. Seria muy justo.