Joel

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

El desamparo hace foco en "Joel". Desde el pulso siempre sensible de Carlos Sorín, se desanda una historia tan cruda y a la vez tan cercana que obliga a que el espectador se interpele todo el tiempo. Cecilia (Vicky Almeida, sorprendente) y Diego (Diego Gentile, siempre eficiente) es una pareja de treintañeros que viven en Tolhuin, un pueblo de Tierra del Fuego donde la nieve parece más cálida que algunos de sus habitantes. Un día los llaman para hacer una guardia preadoptiva de un niño de 9 años, y parece que las cosas empiezan a acomodarse. Pero no tanto. La aparición de Joel (Joel Noguera, inmejorable) en sus vidas exigirá a la pareja encauzar un nuevo rumbo, no sólo para la intimidad, sino también para el afuera. La película muestra, sin juzgar, cómo es el tejido social de un pueblo del interior, y cómo los prejuicios juegan sus cartas. Pero hay algo que va más allá. Sorín invita permanentemente a ponerse en el lugar del otro. Es allí donde en medio de un paisaje nevado y despojado del sur, se ve la frialdad y la hipocresía del sistema educativo argentino, la falsa calidez de algunos docentes y cómo los padres suelen ponerse en lugares no tan agradables para defender lo que más aman: sus hijos. Pero claro, Sorín también muestra los lazos afectivos en una familia que empieza a tomar forma, la solidaridad y un retrato muy argento de cómo se trata al que es diferente. Para verla, disfrutar y reflexionar.