Jigsaw: el juego continúa

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Desde “El juego del miedo” en el 2004, dirigida por James Wan que puso el suspenso, el sadismo, la sangre y los cuerpos torturados o autoflagelados en acción, la franquicia se transformó en una cita para el festejo de Halloween. Claro que sacarle el jugo a ese terror con muchos seguidores en el mundo es otra cosa. Y Revivir a John Kramer, el horrible creador de ficción de esos juegos, que ya murió hace una década en una de sus películas, tampoco es un recurso nuevo. Otra vez, gente secuestrada. Otra vez cadáveres tajeados que aparecen en escena y se explica su aparición de manera poco original y con una vuelta de tuerca que ya no convence a nadie, salvo porque se trate de un caso de adicción al rompecabezas infernal y con eso se asegure la concurrencia a los cines y las ganancias justifiquen lo ya gastado. Lo que sorprendió en el pasado, un juego de mutilaciones, autoflagelaciones y supervivencia, ahora es rutinario y sin sorpresas.