Jexi: un celular sin filtro

Crítica de Martín Chiavarino - Metacultura

Tecnología, soledad y sociedad

Los realizadores Jon Lucas y Scott Moore, conocidos por el guión de ¿Qué Pasó Ayer? (The Hangover, 2009), el film dirigido por Todd Phillips, regresan con otra comedia en el mismo tono de sus films anteriores, 21 & Over (2013), Bad Moms (2016) y A Bad Moms Christmas (2017). Jexi (2019) es una comedia boba acerca de un joven adicto a su teléfono celular, que vive a través de, por y para sus aplicaciones, generándose a sí mismo una burbuja solitaria típica de los tiempos actuales.

Phil (Adam Devine) es un joven solitario sin amigos conectado constantemente con su teléfono celular, que trabaja creando listas para las redes sociales para un medio de información de San Francisco, pero anhela ser un periodista y escribir notas que impacten en lugar de crear listas absurdas para generar efectos virales. Cuando su teléfono queda destruido tras una conversación con una mujer a la que se siente atraído, su vida cambiará completamente. La nueva inteligencia artificial de su teléfono realiza una crítica feroz de su vida y lo empujará a socializar y a salir con Cate (Alexandra Shipp), una chica que antes era como él pero que ahora se dedica a las relaciones analógicas. El nuevo vínculo pondrá celosa a Jexi, la inteligencia artificial del teléfono, que comenzará a atacar a Phil por todos los frentes.

La comedia de Lucas y Moore es una reversión sin demasiadas pretensiones de Her (2013), el extraordinario film del talentoso director Spike Jonze y de varios capítulos de la serie Black Mirror, como Nosedive, pero en clave de comedia y sin ningún tipo de profundidad. Mientras que Her planteaba los problemas existencialistas de la soledad y las contradicciones de la inteligencia artificial, Jexi es pura literalidad y chiste pasajero que sin dudas genera risas, pero que se pierde en su propia banalidad de la imitación de la inteligencia artificial de lo más bajo de la estupidez humana. Los realizadores se centran en la exageración constante como dispositivo narrativo, no se adentran ni ahondan en las paradojas sino más bien plantean un comportamiento tonto que roza la imbecilidad lisa y llana de parte del personaje protagónico para generar risas. Tampoco hay un análisis ni una crítica cabal del éxito de este tipo de personas en la vida real sino más bien una aceptación de esta cuestión.

Las actuaciones no sobresalen pero tampoco desentonan con el nivel del film, destacándose Rose Byrne como la voz de Jexi y la participación del rapero Kid Cudi como sí mismo. El actor Michael Peña también tiene una participación secundaria como el jefe de Phil, en suma dos verdaderos trogloditas de esos que desgraciadamente abundan en las corporaciones.

A pesar de ser una comedia muy boba y de incurrir en un nivel de zoncera muy alto, Jexi funciona en parte porque enfrenta a su propio público ante la patética dependencia para con el teléfono celular y sus aplicaciones de incomunicación, exponiendo la pose de las redes sociales como contrapunto del verdadero contacto que arrima al ser humano a verdaderas emociones. De esta manera la película logra acercarse a un espectador que no puede ver más allá de la pantalla de su mal denominado teléfono inteligente para mirarse por un rato en el espejo de un comportamiento absolutamente execrable, para colmo exacerbado por el uso de los medios de comunicación.