Jeepers Creepers: La reencarnación del demonio

Crítica de Patricia Pritzker - Chapeau Argentina

La nueva Jeepers Creepers no era necesaria. Dirigida por Timo Vuorensola, el film es un divague de principio a fin.
De qué se trata? 👉 La película comienza con el viaje de una pareja mayor (Dee Wallace y Gary Graham) quienes son perseguidos por un camión en la ruta y luego desaparecen. De ahí corte a la pareja de jóvenes Chase (Imran Adams) y su novia Laine (Sydney Craven) quienes se dirigen a Lousiana adonde se presenta por primera vez el Festival Horror Hound adonde concurren cientos de fanáticos disfrazados .
Laine no está muy segura con la decisión pero decide acompañarlo de todos modos. Mientras viajan, Laine experimenta premoniciones y visiones horrorosas que no comprende, pero sigue adelante. Cuando llegan al Festival empiezan a suceder cosas extrañas. Se anotan en un concurso que “ganan” para ir a una casa abandonada, donde, por supuesto aparece el “Creeper” (Jarreau Benjamin) que despierta cada 23 años y los empieza a perseguir uno a uno.
Todo el film resulta imposible de creer, sostenido por la presencia del Creeper, figura lastimosa y con los peores efectos visuales que puedan verse en la pantalla grande. Es una película que no presenta interés y tampoco asusta en ningún momento. Sin dudas, una intención que no llegó a buen puerto y que deja al público de la saga insatisfecho.
Conclusión: El guion de Sean-Michael Argo es malo, las actuaciones aún peores.