Jackie

Crítica de Patricia Relats - El Espectador Avezado

Esta biopic se enfoca en qué sucedió con ella una vez que asesinaron a Kennedy. Jackie es un símbolo de moda, de estilo, de una renovación en la Casa Blanca en los 60s que la convirtieron en un ícono y por eso un guion que la involucre siempre resulta atractivo.
El film muestra desde la perspectiva de ella, los días que siguen a la pérdida de su marido. El foco más interesante, probablemente, es que parece tan enamorada de su rol y su influencia como de él. La falta de su marido la hace volver a una escala de vida que ya no le resulta atractiva.
con algunos sets majestuosos y unos planos simétricos hipnotizantes y un vestuario que le ganó una nominación a los Oscars, esta viuda se pasea cual fantasma por esa casa que ya se le escapa. Como si fuera una María Antonieta despidiéndose de su corona.
La dirección de Pablo Larraín es íntima. Con planos cerrados y claustrofóbicos nos metemos en la intimidad de alguien que no quiere que espiemos. Escuchamos respuestas a preguntas que ella no hubiera permitido que se publicaran en un artículo, no que un cura podría revelar.
Esto es lo que hace que Natalie Portman parezca destacarse más de lo que (en la perspectiva de esta cronista), no es más que un sinfín de clichés y tics.
Si bien la lógica es hablar del legado, de lo que se construyó en política mundial a través de este asesinato y cómo pensarlo en el mismo nivel que Lincoln, la película es plástica, dejando al espectador en el mismo estado de sopor en el que se encuentra ella.
Preciosa cáscara, pero cáscara al fin. El problema, es que intenta tener revelaciones: si hasta viene un cura a decirte el sentido de la vida.
No sé tanto de política como para decir el tipo de film que se merecía Kennedy, pero les puedo asegurar que Jackie merecía mucho más.