Jackie

Crítica de Eliana Moyano - Estrelladas TV

Jackie es una biopic acotada, sobre un hecho puntual, en donde la protagonista es Jaqceline Kennedy Onassis, la ex primera dama de los Estados Unidos (1961-1963).

John F. Kennedy, (además de haber sido presidente) es conocido en el mundo porque fue asesinado por Lee Harvey Oswald, mientras realizaba una caravana en un descapotable en Dallas, Texas. Las imágenes de archivo hablan por sí solas y permanecerán en nuestra memoria por siempre.

Jackie se centra en la única entrevista que dio al periodista de “Time” Theodore H White en la semana posterior al magnicidio. En el film, la entrevista conduce a la historia, en donde Jackie relata los momentos previos y posteriores al asesinato de su esposo.

Natalie Portman, hace un gran trabajo, se aprecia su labor desde su andar, la postura y la voz (un tanto impostada, que por momentos molesta). Sin embargo, es una interpretación impactante.

Jackie es un film sobre el duelo, ese momento en que la vida sucumbe con un hecho desgarrador. La atmósfera del film gira en torno a una mujer devastada, quebrada ante una situación que todos vivimos (el perder a un ser querido), pero que no todos transitamos en ese contexto de exposición, sobre todo siendo la mujer del presidente.

La textura de las imágenes y los colores son maravillosas. Exquisita mezcla entre imágenes de archivo y las rodadas para la película. Todo se tiñe de esos colores lavados que dan la sensación de estar viendo un material de archivo invaluable. Se destacan las escenas del tour que Jackie Kennedy realizó por la Casa Blanca a la CBS, en donde el sonido acompaña y ayuda a generar esa atmósfera; y la del funeral de JFK, con imágenes que se ven exactas a las de archivo.

Es memorable la actuación del recientemente fallecido John Hurt, quien interpreta a un cura confesor de Jackie.

Jackie nos hace caminar entre niebla, nos tensa y nos muestra otro punto de vista de la historia que ya conocemos con una hábil dirección de Pablo Larraín, empleando recursos similares a Neruda, en este caso mejor aplicados, y una contundente actuación de Portman.