J´accuse

Crítica de Federico Perez Vecchio - MiráEstaPeliYa

Polanski y el Caso Dreyfus

“J’acusse”, basada en el Caso Dreyfus de 1894 (un hito de la historia política-militar francesa), se estrenó en 2019 en el Festival de Venecia, donde obtuvo el Gran Premio del Jurado. No paró de recibir premios a pesar de la fuerte controversia que desató, no por sí misma, sino por la situación personal de Roman Polanski y los escándalos por abuso sexual.

El título de la película en su idioma original debe su nombre a una famosa carta abierta del escritor Émile Zola publicada en el periódico L’Aurore sobre la condena al oficial Alfred Dreyfus (un irreconocible Louis Garrel), uno de los pocos miembros judíos del ejército francés, quien tras un irregular juicio fue apresado en la Isla del Diablo, en la Guayana Francesa. El antisemitismo y los secretos de Estado estarán a la orden del día en el marco de la investigación del oficial Georges Picquart (Jean Dujardin de The Artist), que ve más allá de sus propios prejuicios para intentar mantener impoluta la reputación y el funcionamiento de las fuerzas armadas.

Este tenso thriller político y espionaje está narrado con nervio, en un tono seco, directo y distante. Destaca por su precisa y envidiable reconstrucción de época y un reparto sólido, cuyos personajes no esbozan ni una pizca de emocionalidad. Dentro del elenco, cabe mencionar la labor de Dujardin, sobre quien recae este thriller histórico. Aquí, el cómico realiza una interpretación comedida, con emociones contenidas que apenas se atreven a agrietarse en las escenas junto a su interés romántico.
En otra lectura, el último largometraje del director de “El bebé de Rosemary”, “Chinatown” y “El Pianista” también funciona como crítica directa a la prensa y la manipulación de la opinión pública, con condenas anticipadas que pueden enturbiar e influenciar un caso.

Esta película marca la tercera vez que el guionista Robert Harris trabaja con Polanski, quienes ya lo habían hecho en “El escritor fantasma” y la frustrada “Pompeya”. Aquí recrean la historia de Dreyfus, que fue llevado a la pantalla en un puñado de oportunidades, como el prematuro corto de Georges Meliés L’affaire Dreyfus (1899), y cintas como La vida de Emilio Zola (1937), ¡Yo acuso! (1958) y Prisionero del honor (1991).

Elaborada a conciencia y con precisión de relojero, Polanski hace la que quizás sea su mejor película desde “El Pianista”, y que destaca en la cotidianidad del cine contemporáneo, plagadas de producciones fabricadas a gran escala y con poca luz propia.

Puntaje: 8,5/10

Por Federico Perez Vecchio