Iron Man 3

Crítica de María Gabriela Losino - Cine y más...

Por tercera vez, sin contar el cameo en los créditos finales de "Hulk - El Hombre Increíble" ni su participación en "The Avengers - Los Vengadores", Robert Downey Jr. se pone en la piel del exéntrico empresario Tony Stark y en la armadura de su alias, Iron Man, en esta última entrega (al menos por ahora) de la exitosa franquicia basada en el popular superhéroe de Marvel Comics creado por Stan Lee, Don Heck, Larry Lieber y Jack Kirby que hizo su primera aparición en 1963 en las páginas de "Tales of Suspense" (N°39) antes de debutar en su propio cómic en mayo de 1968 en "The Invincible Iron Man".

El actor que interpretó a este personaje por primera vez en 2008, se pone nuevamente bajo las órdenes del director Shane Black (ambos trabajaron juntos en el film "Entre Besos y Tiros"), realizador que toma la posta del actor Jon Favreau, quien había tenido a su cargo la dirección de las dos primeras entregas, además de interpretar a Happy Hogan, el chofer de Stark.

En esta producción, la primera exhibida en formato 3D, Tony se encuentra atravesando diversos ataques de ansiedad debido a los hechos que tuvieron lugar en "The Avengers: Los Vengadores" (que en esta nota no vamos a revelar), por lo que continúa luchando por equilibrar las demandas de su propia vida personal. Mientras su ex asistente y actual novia Pepper Potts (Gwyneth Paltrow) ha estado encargándose de la presidencia de Industrias Stark, el playboy ha dedicado su tiempo, gran parte del mismo sin dormir dado que tiene problemas para conciliar el sueño, a desarrollar una gran cantidad de nuevos trajes del "hombre de hierro" en el laboratorio ubicado en el sótano de su impresionante mansión de Malibú.

En medio de un contexto que presenta un tema actual como lo es la guerra contra el terrorismo en los Estados Unidos, Tony enfrenta no sólo a un villano, "El Mandarin" (interpretado por Sir Ben Kinglsey) sino a otro llamado Aldrich Killian (Guy Pierce), un científico que desprende cierto resentimiento hacia Tony debido a un hecho clave sucedido en 1999 y que la película se encarga de desarrollar.

Despojado de su casa (que ha sido increíblemente destruída) y dado casi por muerto, debe ingeniárselas para sobrevivir y valerse de su astucia e intuición para proteger a sus seres queridos. En su lucha, Stark descubre la respuesta a la pregunta que lo ha estado acosando en secreto: ¿el hombre hace al traje o el traje hace al hombre?

Si bien el guión, escrito por Drew Pearce junto al propio Black, evidencia ciertas libertades que se han tomado a la hora de desarrollar "El Mandarin" (quien más notará las diferencias no es el público en general sino el fanático del comic), y que podrían tomarse como un punto en contra, "Iron Man 3" es -en rasgos generales- una espectacular punto final para esta saga pero no para el personaje que seguirá apareciendo en las futuras entregas de "Los Vengadores". Muy entretenida, repleta de acción y con las infaltables situaciones de humor a las cuales nos tiene acostumbrados.