Iron Man 2

Crítica de Rocío González - Leedor.com

Si hay algo que fascina en la pantalla es ver a un superhéroe con características de antihéroe y que nos conquiste de todas formas. Esto es lo que logra Robert Downey Jr. en su rol de Tony Stark.

Como recordamos del final de Iron man 1, Stark anuncia a la prensa que él es el hombre de acero, contraponiéndose de este modo a todos los superhéroes de Marvel que luchan por ocultar su alter ego. Hecho público su secreto, su personalidad narcisista y arrogante se magnifica y no conoce límites, llegando a anunciar que ha logrado “privatizar la paz mundial” (recibiendo una salva de aplausos por semejante declaración).

Sus archienemigos serán Ivan Vanko (interpretado por Mickey Rourke, quien ha resucitado su carrera tras El luchador), el hijo del ignoto socio de Stark Sr., el único que puede competir en inteligencia con nuestro héroe. Pero carece de recursos económicos, los cuales serán aportados por Justin Hammer (Sam Rockwell), el mayor competidor de Stark Industries. Hammer es de alguna manera la némesis en cuanto a egocentrismo, sólo que sin el charm…

Como ayudantes del protagonista se encuentran la siempre fiel Pepper Potts (Gwyneth Paltrow), la bella y enigmática Natalie Rushman (Scarlett Johansson), el Tte. James Rhodes (Don Cheadle) y Nick Fury (Samuel L. Jackson), la cara visible de Los Vengadores.

Todo lo que hace Stark es superlativo: tiene su propia feria de inventos que está en exhibición durante un año, conduce su propio auto en la pista del Grand Prix de Mónaco y hasta inventa un nuevo elemento que no se halla en la tabla periódica…sólo un actor como Downey Jr. puede interpretar a semejante personaje desagradable y hacer que lo adoremos (un poco como su propia vida fuera de las cámaras).

Un film de esos donde los autos vuelan a montones, las explosiones están a la orden del día, el bien triunfa sobre el mal y hay un mensaje para la juventud: más vale caer gracioso que en gracia…¿o era al revés? No importa, definitivamente Stark cae de las dos maneras.