Invocando al demonio

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

Cada tanto la cartelera de cine se actualiza con un estreno de terror para los amantes del género en Argentina (y son muchos), la mayoría de relleno, pero Invocando al demonio, opera prima de David Jung, demuestra lo contrario.
Michael King no cree en Dios o el Diablo. Cuando muere su esposa repentinamente, decide que su próxima película destinada a investigar sucesos supernaturales debería centrar el experimento en él mismo. Así, convoca a demonólogos y practicantes a experimentar con él y utilizar los más oscuros hechizos y rituales para despertar las fuerzas oscuras que puedan llegar a encontrar en él.

Utilizando el recurso de cámaras en mano y cámaras de vigilancia para dar mayor realismo al documental, recurso bastante gastado, lo que acierta el film es la prioridad que se le da a la investigación de los diversos contactos espirituales que tiene Michael King; desde tarotismo hasta posesiones. Toda la información se nota muy cuidada, y mas de la mitad del film aporta su conocimiento a estos casos. Esto brinda el realismo que tanto se intenta buscar en la técnica visual de este u otros films.

La segunda mitad de la película se convierte un poco previsible y los recursos más comunes del género salen a flote: cámaras que se cortan y sustos comunes.