Insurgente

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Un mundo apocalíptico y atomizado como la protagonista

La trama, que transcurre en medio de una sociedad en la que la población ha quedado dividida en cinco facciones diferenciadas, crece en intensidad, acción y en inspiración visual.

Ambientada en un futuro en el que la población está dividida en facciones de acuerdo a las personalidades de sus habitantes, la segunda parte de la saga Divergente, Insurgente, crece en interés e intensidad dramática gracias a la presencia de Shailene Woodley -la actriz de Bajo la misma estrella- como Tris, la joven que no parece encajar en ninguna de las cinco facciones, y es perseguida por el poder tirano que representa Jeanine -Kate Winslet-.

Atormentada por pesadillas y por intentar comprender el asesinato de sus padres -y un secreto que ellos protegieron con su vida- Tris lidera un grupo de rebeldes que enfrenta al sistema junto a Four -Theo James- y atraviesa la ciudad tratando de encontrar aliados en las facciones Cordialidad, Honestidad, Abnegación y Osadía, así como la rebelde y empobrecida masa de los Sin Facción, dirigidos por Evelyn -Naomi Watts-.

Lo interesante de esta segunda parte es que explota la acción más que el film anterior y presenta dos partes bien diferenciadas: la primera con un vertiginoso escape por el bosque y con personajes tratando de incorporarse -a su manera- a Cordialidad, mientras que la segunda juega más con los desafíos, la aparición de un mundo “virtual”, algunos toques de humor y sorpresas relacionadas con la traición y la ambición del poder.

A nivel visual el director de RED, Robert Schwentke, logra escenas de buen impacto en los espectadores con un despliegue que muestra a una Chicago atomizada y despedazada como la misma Tris, el alma del film que logra inmediata empatía con la platea. Otro personaje femenino en la saga juvenil escrita por Verónica Roth que promete explotar en su tercer eslabón.