Inseparables

Crítica de Jonatan Lamas - Citricón

Felipe es un hombre que lo tiene todo: una gran mansión, un auto importado, una vida llena de lujos, pero tras un accidente todo eso quedo de lado. Actualmente tiene que convivir con una discapacidad de por vida (es tetrapléjico). Del otro lado esta Tito, un joven que no tiene nada que perder. Felipe le propone a Tito ser su asistente personal, ser sus brazos y pies. Esta es la historia de dos personas de clases sociales muy distintas que forjan una gran amistad pese a todas las circunstancias y que buscan ponerle una sonrisa a los problemas que se presentan en la vida.

Marcos Carnevale director de películas como: “Elsa y Fred”, “Anita” o “Corazón de León” es el encargado de ponerse detrás de las cámaras para dirigir esta versión local del gran éxito Francés titulado “Amigos (Intouchables, 2011)”, film que en Europa logró consagrarse como una de las más taquilleras. La película local es un calco de la extranjera, pero Oscar Martínez (Felipe) y Tito (Rodrigo de la Serna) logran aportarle mucho humor argento. La película por momentos es divertida, pero también se guarda momentos dramáticos; pero el humor sobre todo es el ganador. El personaje de Tito puede ser por instantes una persona algo desagradable por su léxico lleno de insultos inapropiados que perjudica al espectador que va con su familia, en cambio Oscar Martínez logra convencer con su papel. Marcos Carnevale tras “Anita” y “Corazón de León” vuelve a contar una historia en la que uno de los protagonistas sufre de algún problema físico y en esta película trata de copiar a la perfección a su antecesora en casi todo, principalmente en los diálogos y hasta en algunos gestos.

“Inseparables” es una película divertida pero que no llega a generar la química que tenían Francois Cluzet y Omar Sy en el film original, tampoco la música logra estar a la altura de la que fue compuesta por Ludovico Einaudi.

Lo bueno: Es una película agradable para pasar el momento, viene perfecta para despegarse un poco del cine pochoclero, la escena final es de las mejores.

Lo malo: Rodrigo de la Serna convence en su papel, solo el gran defecto es su vocabulario en gran parte de la