Inseparables

Crítica de Daniel Lighterman - Visión del cine

Luego de cuatro años de haber sido estrenada en Buenos Aires Amigos intocables, llega a los cines la muy inferior versión Argentina de la misma historia, Inseparables.
Felipe sufrió hace ya muchos años un accidente cabalgando que lo dejo paralizado del cuello hacia abajo y con muy poco interés en vivir. Pasa sus días sin ninguna motivación, hasta que conoce a un subcontratado trabajando en su casa, Tito. Y es él quien a través de la simpleza de su visión de la vida hará que Felipe pueda de a poco animarse a vivir un poco más.

Inseparables es, en casi todos los aspectos una copia textual de su predecesora y aun así, fracasa como película en casi todos los lugares donde aquella triunfaba. La traducción en la relación de los personajes es forzada y la diferencia de clases por sí sola no revierte para la historia un motor suficientemente poderoso como para que la química entre los personajes (que es el punto más importante de esta historia) se desarrolle.

Sin lugar a dudas, Rodrigo De La Serna es un actor de primera línea y logra encarnar a la perfección al ayudante de jardinero devenido en asistente personal de Felipe (Oscar Martínez) y gracias a su carisma logra que su actuación sea sin lugar a dudas el punto más alto de la película. Alejandra Flechner también está muy bien en su personaje y Martínez sin sobresalir demasiado, compone a Felipe muy bien. Pero es el pequeño personaje de Monica Raiola la que logra uno de los mejores momentos de la película.

El problema de la película es claramente el guion. No tiene muy en claro como funcionaria esta historia en el contexto de nuestro país y la traducción de la versión francesa no es para nada acertada. Muy forzadas las situaciones y los diálogos y con eso no hay actuaciones que alcancen.

Igualmente por lejos el peor punto de la película es la música. Es inexplicablemente anticlimática, de pésimo gusto y da la sensación de que uno está viendo una muy mala película de los ochenta.