Inquebrantable

Crítica de Rodolfo Weisskirch - Loco x el Cine

Los 400 golpes

Es muy común, entre críticos, que a veces se confunda la opinión sobre una obra con el deseo del firmante de la nota que la película se hubiese narrado como él/ella lo hubiese así deseado. Y es muy curioso que con Inquebrantable, gran parte de la crítica no se muestra satisfecha con lo que la directora, Angelina Jolie, deseó mostrar de la vida de Louis Zamperini.

El tema está en que a Jolie, le interesan mucho más las circunstancias, que el personaje per sé. O sea, Zamperini es un sobreviviente. Como hizo para sobrevivir es la clave del relato.

El film comienza con una gran secuencia de batalla aérea durante la Segunda Guerra Mundial. Vale aclarar que son pocos los films contemporáneos que se hayan realizado sobre el tema y han trascendido. Jolie brinda suficiente acción y adrenalina a toda esta secuencia para atrapar al espectador, y posteriormente introduce dos flashbacks para narrar la infancia de Zamperini. Infancia que poco le interesa para contar su coming of age o sus relaciones con otros seres vivos, más que para justificar posteriormente la resistencia de Zamperini para sobrevivir 45 días en un océano, manteniendo la cordura suya y de sus compañeros, y después para sobrevivir en un campo de prisioneros de guerra japonés.

Zamperini estaba acostumbrado a resistir golpes –de la familia, compañeros que lo discriminaban por su descendencia italiana y policías- y a resistir la respiración dado su pasado como campeón olímpico de atletismo. La directora hace énfasis que el mérito del protagonista no está en su velocidad, sino en su capacidad para poder resistir más que otros. Es por eso que las frases de apoyo del hermano mayor del personaje suenan grandilocuentes y redundantes. Inclusive, el hecho de que sea campeón olímpico, tiene posteriormente, una justificación narrativa.

A diferencia de muchas biopics, Jolie obvia la voz en off e incluso los pensamientos más sentimentales del personaje. No hay intereses románticos ni nostalgia por el hogar materno, más allá de unos ñoquis simbólicos. Son sutiles las relaciones que se encuentran entre el personaje y el catolicismo, más que para justificar el innecesario epílogo final.

Tampoco le interesa a la realizador hacer énfasis en la historia de redención post guerra del personaje. –recientemente eso hacía Un pasado imborrable con Colin Firth- ¿Por qué? Porque es un lugar común de las biopics modernas. A Jolie le interesa capturar la tragedia de las clásicas obras épicas de los ’40 y ’50. Hay rastros de El mejor año de nuestras vidas, así como de El puente sobre el Río Kwai o, incluso El imperio del Sol . Aunque el film que más se acerca al de Jolie es la subvalorada e injustamente olvidada Rescate al amanecer, la historia de un soldado estadounidense-alemán, prisionero de Vietnam, dirigida por el gran Werner Herzog con la mejor interpretación de Christian Bale.

Zamperini fue campeón olímpico durante el nazismo, su avión cayó durante la guerra y sobrevivió en el océano con dos compañeros, para caer prisionero de los japoneses, donde tuvo una relación muy tensionante con el capitán Watanabe.

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Es cierto que el film se fortalece con la extensa secuencia en el océano, donde también se ve el perfil más humano del personaje, manteniendo relación con Phil –Domhnall Gleeson, hijo de Brendan- y también donde Jolie demuestra como narrar aún en momentos que pareciera que sucede nada. Algunos han comparado esta secuencia a la de Una aventura extraordinaria, cuando tiene mayores puntos en común con Naúfrago o el libro de Gabriel García Márquez, Relato de un náufrago.

Posiblemente, la secuencia menos aprovechada sea la del campo de prisioneros. Ahí, el objetivo de la directora es más que nada mostrar el sadismo físico y psicológico que infringe Watanabe. El problema es que la elección de Miyavi -cantante pop japonés- no termina siendo del todo acertada. El actor sobreactúa y crea una caricatura villanezca que no está a la altura del verosímil del relato. Habría que remontarse a un Sessue Hayakawa -de El puente sobre… – para ver la relación entre captor japonés y prisionero. Por supuesto, es más sádico Watanabe, pero menos creíble.

Jolie continuamente desea mostrar la fortaleza espiritual del personaje. No tiene otra motivación para sobrevivir, más que sobrevivir. Y ese aspecto es interesante. Jack O ‘Connell resulta una interesante elección para el protagonista. Todas las torturas que debe asimilar, hacen recordar un poco a las que tiene que afrontar Solomon Northup en 12 años de esclavitud, pero el enfoque es mucho menos recargado y menos sentimental que en la película de Steve McQueen.

O ‘Connell y Gleeson -coincidentemente, dos británicos interpretando a estadounidenses- son otro fuerte del film. Austeros e introspectivos, Jolie consigue que ambos transmitan las sensaciones que viven, sin apelar a golpes de efecto.

El film es entretenido y mantiene el interés durante más de dos horas. Jolie se apoya en la preciosista fotografía de Roger Deakins , la ambiciosa banda sonora de Alexander Desplat y una puesta de cámara transparente. No abusa de efectos visuales y se fija más en la acción que en el texto.

Lo que resulta cuestionable es por qué Hollywood esperó 50 años para contar la historia de Zamperini. Sin dudas, en los años 60 esta misma película con Steve McQueen y Toshiro Mifune, dirigidos por John Sturges o John Lee Thompson se hubiese convertido en un clásico de todos los tiempos.