Inquebrantable

Crítica de Martín Torres - Fuera de campo

Existe en inglés una frase que describe a la perfección el tipo de historia que Angelina Jolie decidió adaptar en su segunda intervención como directora: "Bigger than life". Traducido literalmente "más grande que la vida". Si hay algo que hay que reconocerle a Angelina es que ambición no le falta. La historia de Louis Zamperini es absolutamente sorprendente. Y como el título de esta biopic describe, el jóven atleta y su espíritu inquebrantable le permitieron sobrevivir donde muchos otros hubieran sucumbido.

El guión escrito por los hermanos Joel e Ethan Coen se divide en tres partes principales. La historia de vida de un atleta, su supervivencia a la deriva en el mar y luego el desafío de no morir en un campo de concentración japonés. La vida intensa que llevó Zamperini fue carne de best-seller en el año 2010, tan solo 4 años antes de su muerte. Y a propósito de ello, la escena de créditos del film muestra una interesante redención del viejo Louis a los 80 años en su regreso al Japón en el que atravesó sin dudas los peores momentos de su vida. Pero volviendo a la estructura de la película, pese a que tener ambición no suele ser algo malo en este tipo de cintas, Angelina Jolie peca de reiterativa y logra saturar un poco con un relato que parece nunca acabar. Tras ganarse al espectador con un comienzo atrapante filmado con excelencia (con ayudita del gran Roger Deakins que nuevamente competirá por un Oscar como mejor director de fotografía), la directora sigue por el buen camino hasta que en el tramo final parece perder el rumbo con una reiterada sucesión de vejaciones al protagonista que atraviesan el camino inevitable en busca de la lagrima del público.

Inquebrantable es mucho más que un buen esfuerzo pero menos que una promesa cumplida. Si Angelina sigue por este camino sin dudas sus próximos proyectos superaran sus hasta ahora más que dignas producciones que a pesar de todo nos dejan con algunas ganas de algo más.