Inquebrantable

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Tras un buen comienzo, no convence.

Lo que más llama la atención de esta convencional biografia sobre las durísimas experiencias que sufrió el atleta olímpico Luigi Zamperini durante la Segunda Guerra Mundial, como náufrago primero y como prisionero de guerra en Japón después, es que esté escrita por Joel y Ethan Coen.

Vaya uno a saber cómo sería el guión original de los autores de "Fargo" y "Simplemente sangre", pero tal como se lo ve en esta película, es prácticamente imposible relacionarlo con nada que tenga el sello de los Coen.

Por otro lado, otra sorpresa es que esta historia de penurias en tiempos de guerra sea el segundo opus como directora de Angelina Jolie, pero lo cierto es que durante los primeros 50 minutos de film casi parecería que la esposa de Brad Pitt dirige mejor de lo que actúa.

Es que "Inquebrantable" empieza con una excelente escena de combate aéreo, con el protagonista a bordo de una fortaleza volante que, luego de dejar caer sus bombas sobre el enemigo,. sufre un feroz ataque por parte de los aviones caza japoneses. En el medio del intento por aterrizar bien la enorme nave castigada, la película se va atrás en el tiempo y cuenta con notable fluidez narrativa la adolescencia problemática que lleva al joven Luigi a redimirse a través del atletismo y a lucirse como corredor en las Olimpíadas de Berlín de 1936.

De todos modos, en esta parte es cuando aparece la primera gran debilidad del film, ya que la parafernalia nazi tan bien mostrada en el famoso film "Olympia" de Leni Riefenstahl, aquí esta totalmente desaprovechada, por no decir soslayada en las breves escenas berlinesas.

Sin embargo, esto sigue siendo parte de lo mejor de un film que pronto se vuelve excesivamente largo y demasiado escaso en climas dramáticos. Básicamente hay un naufragio que si bien ofrece un par de emociones dignas de película de aventuras, se vuelve casi eterno y luego deriva en las desventuras del protagonista como prisionero, primero en una isla del Pacíficio, luego en un campo de detención cercano a Tokyo y en una mina de carbón. En estos dos sitios su condición de atelta famoso le juega en contra, ya que el psicópata a cargo se la agarra con él especialmente. Este personaje, interpretado por la estrella pop japonesa Miyavi, es lo más interesante de un film que no justifica en absoluto las casi dos horas y media de duración, ni por imágenes, ni por mensaje, ni tampoco por la actuación estelar de Jack O'Connell, que aunque pasable, es totalmente falta de matices, en realidad casi igual que todo el film, que si bien es de campo de prisioneros nipón, no es precisamente "El puente sobre el rio Kwai".