Inmortal

Crítica de Walter Monzón - Cinergia

Conciencia eterna

Al ver Inmortal ciertos paralelismos de la Vida (y del cine) me hacen rememorar una película titulada El sexto día (The 6th Day) estrenada allá por el 2000 y con Arnold Schwarzenegger como protagonista, pero ciertamente las similitudes entre un film y el otro no son más que casuales dentro del género de ciencia ficción al que hacen mérito.
Inmortal es la nueva película del indio Tarsem Singh quien ya nos ha demostrado anteriormente ciertas dotes para la dirección en películas como The Cell (2000) y la fantástica (en todo sentido) The Fall (2006). En esta ocasión se adentra en una historia tan futurista como moralista y en este nuevo proyecto resulta tan victorioso como frustrado, ya que aunque el film cumple con el cometido de entretener y se desempeña a líneas generales con suficiente soltura y coherencia, también sufre de cierta ligereza argumental que comienza a afectar la historia al poco tiempo de iniciada la película.
Si bien el film entretiene y resulta interesante se puede decir que se ve afectada por una brecha temporal que no termina de situarla como una producción lo suficientemente futurista. Obvio es que la misma está pensada y posicionada en un tiempo presente efectivamente para hacer la diferencia ante la media de producciones del género, pero no por eso se puede decir que el resultado fue del todo efectivo.
El trabajo de Ryan Reynolds (Green Lantern , R.I.P.D.) se efectiviza como uno de sus mejores en los últimos tiempos, aunque tampoco logra grandes cambios en su ya de por si inocuo desempeño actoral habitual.

Inmortal se nos presenta como la única opción de ciencia ficción de la semana y significa una buena oportunidad para darse un gusto liviano con el mismo para no perder la costumbre.