Iniciales S.G.

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Más de una sorpresa se llevarán los admiradores de Diego Peretti cuando vean Iniciales SG. Y todas agradables, por cierto.

Porque nadie va a descubrir a esta altura el talento del actor de Los simuladores, Mamá se fue de viaje y Un tranvía llamado Deseo, por recordar sus títulos más renombrados en televisión, cine y teatro.

Si los personajes que están al borde, o ya metidos en la decadencia, perdedores natos, le han dado satisfacciones en el cine, Peretti aquí encarna a un actor que llega a los 50 no precisamente en su mejor momento. Apodado el Francés por sus amigos, por un disco de covers que hizo de Serge Gainsbourg, con el que comparte sus iniciales y cierto parecido, Sergio Garcés es un extra en películas, protagónico cuando hace cine porno, se cree un ganador con las mujeres y se mete en un tremendo problema.

Algo de ira invade su cuerpo, y por eso tiene una cuenta pendiente con la Justicia. Así y todo, Sergio, que consume mucha “merca” y no puede dormir con una mujer tras tener relaciones sexuales, conoce a una estadounidense. Jane (Julianne Nicholson) podría, o no, cambiarle el curso a su vida. Más cuando ella descubra algo de lo que Sergio prefiere que nadie se entere.

Dirigida por la libanesa Rania Attieh y el estadounidense Daniel García, que pasaron por el Bafici con Tayeb, khalas, yalla en 2012, y presentaron Iniciales SG este año en el Festival de TriBeCa, la película no sólo tiene una tensión que va in crescendo, sino que varios personajes laterales, aunque parezcan esquemáticos, tienen su importancia y un vital sentido por el que están.

Vean a Malena Sánchez como una vecina de Sergio. Escuchen al Narrador, con su acentuación perfecta y descubrirán fácilmente a Daniel Fanego. Y maravíllense con cómo dos directores foráneos pueden describir la euforia y la desazón argentina durante la Copa del Mundo de Brasil 2014, que es durante la cual transcurre Iniciales SG.

Julianne Nicholson, que fue Ivy Weston en Agosto y la entrenadora Diane Rawlison en Yo soy Tonya, está asombrosa. Tiene la medida justa de candidez, de seducción, de entrega. Su personaje es ciertamente agraciado, pero hay mucho de la mirada de los directores sobre todos ellos -Sergio, sus amigos- que denota una especial atención por construir un verosímil, algo poco frecuente en el género de la comedia.

Porque al fin de cuentas Iniciales SG es eso, una comedia con tintes de thriller y dramatismo. Un combo que tal vez desconcierte a los fans de Peretti. Pero que no conviene dejar pasar por alto en la cartelera actual del cine argentino.