Iniciales S.G.

Crítica de Marcelo Cafferata - El Espectador Avezado

Así como en “Sunset Boulevard” el cuerpo inerte en una piscina abría una de las películas más famosas de la historia y ese personaje mediante una cautivante voz en off se presentaba como un experto narrador que nos iría relatando todo lo sucedido, en “INICIALES SG” otro cuerpo, el del propio protagonista, ya no en una piscina sino en un rio, abre la película y así nos iremos introduciendo en la historia.
La particular voz de Daniel Fanego como el narrador –uno de los grandes aciertos del filme-, nos irá brindando, poco a poco, los datos necesarios para ir conociendo algunas situaciones y pensamientos que tiene Sergio Garcés en su cotidiano, en un efecto de la voz en off que suma y acompaña al relato y las acciones (y no como muchas otras veces que ese off subraya y repite lo que estamos viendo en pantalla).
Mezcla de antihéroe, perdedor o eterno secundario que presume de actor protagónico, SG ha desarrollado una carrera artística tan zigzagueante como sus propios vínculos.
De sus múltiples trabajos como extra –inclusive en un festival llega a obtener un reconocimiento por la cantidad de películas incluidas en la programación en donde él participa como extra, aunque en algunas de ella su trabajo haya quedado fuera en el corte final- a actor protagonista de películas porno, sus amigos lo han apodado “Francés” justamente por aquella época en donde se ha dedicado a cantar covers de famosos temas del emblemático cantante Serge Gainsbourg.
Este intérprete, astro de la canción francesa que ha sabido mezclar géneros tan disímiles como la “chanson” popular, el jazz y que ha incursionado, inclusive, en el pop es su gran referente personal. Gainsbourg ha sabido abordar varios géneros musicales, y lo mismo pasa con la propuesta que desde el guión y la dirección hacen a nivel cinematográfico Rannia Attieh y Daniel García, en su cuarta colaboración en conjunto.
Ella es una directora nacida en Líbano y él es un texano, ambos viviendo en Manhattan, dispuestos a filmar esta aventura que tiene toques inexorablemente porteños y esta mixtura es otra de las rarezas que tiene el filme.
La historia que pretenden contar intenta justamente no encuadrarse en ningún género en especial y por lo tanto, apuntan a la sorpresa permanente y a virajes que hacen pasar de la comedia al suspenso, del humor negro al retrato intimista, de cine independiente de autor a momentos de cine noir.
Y no solamente comparten esa mixtura de géneros sino que el espíritu de Gainsbourg parece haber dejado marcas en Garcés / Peretti y este alter ego que construye por momentos este “francés” de San Telmo, se conecta por el consumo y las adicciones, una marcada misoginia, su espíritu provocador y ese encanto sombrío que tenía el cantante, que lo ha llevado a diversos problemas cuando fue involucrado en un escándalo con menores.
El personaje de Sergio Garcés alcanza momentos de enormes sombras, coqueteando permanentemente con el límite del buen gusto, de lo desagradable, de lo patético, con la particularidad que además deberá lidiar con sus problemas de violencia y de manejo de la ira, que irán acompañando a los giros más potentes de la trama.
Lo creativo y novedoso de “INICIALES SG” es que nada de lo que va desarrollando es previsible.
Si bien hay una subtrama amorosa con el personaje de una distribuidora cinematográfica (Julianne Nicholson, a quien vimos en “Agosto” con Meryl Streep y Julia Roberts y que veremos en dentro de algunas semanas en la colombiana “Monos”) con quien tienen un amigo en común que los presentará y se cruzarán en ocasión de este Festival, el resto de los disparadores son sorpresivos y como espectadores nunca tenemos la certeza de intuir hacia dónde irá en la próxima escena.
Nada es previsible. Nada puede anticiparse.
Quienes vayan a ver al Peretti de “Mamá se fue de viaje” “Tiempo de Valientes” “Sin hijos” o “No sos vos, soy yo” saldrán tan desorientados como ha sucedido con el protagónico de Darín en “La Cordillera”. Peretti, en esta ocasión, no solamente demuestra todo su potencial y su capacidad de abordar cualquier personaje, sino que explora las zonas más oscuras, más incómodas y se entrega por completo a este Sergio que compone con un gran nivel de detalle, incluso en sus reacciones y sus comportamientos más desagradables.
Basta verlo pasearse con un slip blanco raído y manosearse tumbado en un sofá de su lúgubre departamento, para darse cuenta de su total entrega a una composición despojada de sus anteriores personajes dentro de un cine más comercial, y que comparte en ciertos momentos, algunos rasgos y la negrura de su personaje en “Showroom”.
La actuación de Peretti potenciada con un guión que elige no encasillarse en ningún lugar común y que busca permanentemente la innovación, son efectivamente el punto más alto de “INCIALES SG”
A Julianne Nicholson se la nota ajena, con una química que no termina de amalgamar con el resto de la propuesta, pero no significa que no sea funcional a la trama y a lo que se pretende contar, aunque se extraña esa falta de complicidad que hubiese perfeccionado aún más el trabajo.
Enmarcada en pleno Mundial, la pasión argentina por el fútbol es otro de los hilos argumentales, máxime que Sergio cree fervientemente que la suerte del seleccionado nacional está atada a la suya propia: ¿será que la selección pierde porque a él no le está yendo nada bien o que como la selección pierde su espiral descendente se acentúa más y más?
Para cuando queramos encontrar una respuesta, Attieh y García nos regalan nuevamente como una gran elipsis, la misma evocación al “Sunset Boulevard” de la apertura, esta vez con otras connotaciones, otras reflexiones, una gran sorpresa y ese entramado que nos queda girando en la cabeza un buen rato después de abandonar la película.